La huelga general de 1855, se considera la primera huelga general convocada en la historia de España, aunque estuvo circunscrita a Cataluña, ya que era el principal, y casi único, centro industrial español (mayoritariamente textil).
Esa misma tarde el capitán general Zapatero hacía pública la siguiente proclama:[9]
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona exhortó a los obreros a no dejarse engañar por «pérfidos instigadores que detestan la causa liberal y al Ilustre Duque de la Victoria».
Pero estos llamamientos no surtieron efecto y la huelga continuó bajo el lema escrito en una banderola: «¡Viva Espartero!
Para entonces, la represión ya había comenzado: la fragata «Julia» partió hacia La Habana con setenta obreros detenidos a bordo.
El 9 de julio hubo manifestaciones en las Ramblas y unidades del Ejército tomaron posiciones en los barrios obreros.
Las fábricas abrieron; pero casi ningún obrero se reincorporó al trabajo.
En el proyecto se sometía «toda sociedad de fabricantes u operarios» a la autorización previa del Gobierno, incluidas las sociedades de socorros mutuos, y se establecía que no podían superar los 500 miembros.
En cuanto a los Jurados, éstos no estarían formados por patronos y obreros sino únicamente por «prohombres de la industria».
«El objetivo de tipo profesional y el solidario empiezan a ser fundamentales; para lograrlos se tiende ya a una organización de carácter permanente.
En torno a esa estructura asociativa, y en parte gracias a ella, se producen ya movimientos en los que participan los no asociados; las huelgas importantes, la campaña de firmas por la "Exposición"…».