Las huelgas generales en España son huelgas de carácter general que afectan simultáneamente a todas las actividades laborales y que se desarrollan en el territorio español durante la Edad Contemporánea e inscritas en la historia contemporánea de España.
Aunque la convocatoria y participación en las huelgas se dirige a la clase trabajadora, cuando su extensión afecta a otros sectores sociales y políticos, modificando la conciencia social e influyendo, ya sea de manera favorable a la huelga y sus reivindicaciones o de forma reaccionaria, en el conjunto social se convierte en una huelga general.
La historia sindical española comienza con organizaciones ya desaparacidas (como la Unión de Clases en la huelga de 1855) y sigue con otras, todavía vigentes, como la Unión General de Trabajadores (fundada en 1888) y la organización anarquista española Confederación Nacional del Trabajo (fundada en 1910) con base inicial y fundamental en Cataluña.
La dictadura franquista hizo imposible cualquier manifestación sindical y mucho menos la convocatoria de huelgas generales.
La primera huelga general que tuvo lugar, todavía en el período preconstitucional y durante la transición política, fue con el primer gobierno de Adolfo Suárez de 1976 siguiendo otra durante la Legislatura Constituyente de España de Adolfo Suárez y las posteriores huelgas generales, ya en plena democracia constitucional, estando en el gobierno los presidentes Felipe González (4), José María Aznar (2), José Luis Rodríguez Zapatero (1)[4][5] y Mariano Rajoy (2).
Supuso la dimisión del entonces ministro de economía Miguel Boyer.
CGT y CNT convocan huelga general de 24 horas.
Huelga conocida como 29-M y convocada el 29 de marzo de 2012 (24 horas) por ELA, LAB, USO, CIG, CUT, CSI, CGT, CNT, CCOO y UGT, entre otras, en todo el Estado.
Huelga conjunta con las convocadas el mismo día en Portugal, Italia, Grecia, Chipre y Malta.
CCOO se suma finalmente con un llamamiento a la huelga de dos horas por turno.