Diálogo social

En sentido amplio el término "diálogo social" se utiliza para referirse a un tipo de relaciones horizontales entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil (empresas, sindicatos, asociaciones, grupos, comunidades, etc.) con el fin de abordar conjuntamente los problemas sociales y contribuir a elaborar soluciones fundadas en el consenso.

En dicho "diálogo" no es ya que no participen los ciudadanos, a través de los mecanismos correspondientes (consultas, referendums, etc.); es que no participan en absoluto, y en determinadas instancias hasta se trata de impedir la consulta por todos los medios (cuando ésta debería ser sagrada, por mucho que pudiera "atentar" contra supuestos más o menos absolutos, como la "estabilidad" o la "unidad de destino en lo universal", o llámese como se quiera).

El diálogo social implica más que la negociación y el acuerdo, aunque los supone.

El diálogo social presupone un proceso de toma de decisiones no autoritario, abierto, público y compartido, y sujeto a crítica, en un entorno en el que los actores, los grupos, las partes, no actúan sin comunicarse previamente con los demás en cuestiones que puedan afectarlos.

La base del diálogo social es la información que los distintos actores sociales se proveen mutuamente, así como la consulta con los interlocutores previa a la realización de actos que pudieran afectarlos.

Sin embargo el peso de sus resoluciones suele imponerse por la propia fuerza del consenso.

comunicación, consulta y negociación entre gobiernos, empleadores y sindicatos