Posteriormente, entre 1540 y 1560, buscaron refugio en Tesalónica judíos portugueses, que huían de la persecución desencadenada en dicho país contra los llamados «marranos» (criptojudíos).[13] Llegaron a ser tan numerosos que ocupaban casi por completo la venta ambulante, la mercería así como la carga y transporte de mercancías entre otras actividades.[22] La Talmud Torá hagadol proporcionaba educación a los varones jóvenes, con un curso preparatorio para la entrada en las yeshivot.[23] La población sefardí se instaló principalmente en los grandes centros urbanos del Imperio Otomano: Estambul, Tesalónica y, posteriormente, Esmirna.Alrededor de esta industria giraban numerosos oficios: tejedores, tintoreros, prensadores, aprestadores, cardadores y otros obreros especializados.Al ir estas decreciendo a lo largo del siglo XVI, el pensamiento judaico se hundió en la rutina, empobreciéndose considerablemente.[29] El consejo rabínico federal lo expulsó de la ciudad, y Shabtai Tzvi partió a predicar su doctrina en otras ciudades del mundo sefardí.Allí, intimado a demostrar sus poderes sobrenaturales rechazando las flechas con que se le amenazaba, terminó por abjurar de su fe y convertirse al Islam.[33] Tras cinco años de existencia, el establecimiento cerró sus puertas y Lippmann debió abandonar la ciudad bajo la presión del rabinato, en desacuerdo con sus innovadores métodos educativos.[33] La red educativa de esta institución se extendió rápidamente: en 1912 contaba con nueve escuelas, tanto masculinas como femeninas, que atendían a todos los niveles educativos, desde preescolar hasta secundaria, en tanto que las escuelas rabínicas se encontraban en franca decadencia.Esto trajo como consecuencia una duradera implantación del francés en la comunidad judía de Tesalónica, al igual que en todo el mundo judío oriental.Según David Rousso en una carta enviada a Ángel Pulido en 1904 en salónica se publicaban los periódicos El Avenir y La Epoca y además menciona que en Salónica al ser la población judía mayor al 60 %, tanto los cristianos como los musulmanes «se ven obligados a aprender el español»..[34] La irrupción de la modernidad se tradujo también en la creciente influencia de nuevas ideas políticas provenientes de la Europa occidental.[36] También en aquella época, se extendió el movimiento internacional conocido como sionismo, que propugnaba la instauración de un Israel político.Este cambio de soberanía fue mal recibido por los judíos, que temían les causase perjuicios, inquietud reforzada por las propagandas de Bulgaria, Serbia y el Imperio Austrohúngaro, que deseaban atraer a los judíos a su causa.[44] Aunque el primer aniversario de la Declaración Balfour se celebró en 1918 en Tesalónica con un fasto sin parangón en Europa, la decadencia había comenzado.A esta helenización creciente de Tesalónica iba aparejada una política menos conciliadora hacia los judíos.Casas y edificios comunitarios fueron requisados por los ocupantes, entre ellos el hospital construido gracias a las subvenciones del barón Hirtsch.[57] Durante un año no se tomó ninguna otra medida antisemita, lo que dio momentáneamente a los judíos una falsa sensación de seguridad.Para llevar a cabo su misión, los SS se auxiliaron de una policía judía creada para la ocasión, dirigida por Vital Hasson, que se entregó con sus hombres a numerosas exacciones contra el resto de los judíos.[55][56] El gobierno colaboracionista hizo tímidos intentos de mediar ante los alemanes, que no dieron ningún resultado.También el cónsul italiano, Guelfo Zamboni, tuvo éxito en sus gestiones, y logró que unas 750 personas se trasladaran al sur de Grecia.[54] Sin embargo, el Yad Vashem ha distinguido a 265 griegos como justos entre las naciones, la misma proporción que entre la población francesa.Entre los 1000 tesalonicenses que fueron empleados en esta labor, unos veinte lograron escapar del gueto por las alcantarillas y unirse al grupo polaco comunista de resistencia Armia Ludowa.Algunos judíos de Tesalónica que habían escapado a la deportación tomaron parte en esta guerra, tanto en las fuerzas gubernamentales como en el bando contrario.[68] Todos ellos debieron afrontar numerosas dificultades para sobrevivir y llevar a buen término sus proyectos, ya que la Europa de la inmediata posguerra se encontraba en un estado caótico.Algunos judíos que habían sido salvados de la deportación por los griegos decidieron convertirse al cristianismo ortodoxo.[68] Hubo también numerosos matrimonios relámpago en la inmediata posguerra, ya que los supervivientes deseaban volver a formar una familia.Sólo en 1997 las autoridades municipales decidieron levantar un memorial, pero en la periferia de la ciudad, y no en el centro, como se había propuesto.[70] En 1998, el rey Juan Carlos I de España visitó Tesalónica y rindió homenaje a los judíos sefardíes.[76] Don Judah Gedaliah imprimió en los primeros años del siglo cerca de 30 obras, principalmente Biblias.
Evolución de la población de Tesalónica en relación con sus tres principales comunidades: judía, turca y griega (1500–1950).
Isaac-Pacha Molho, médico del sultán del imperio Otomano
Las rutas de la
Diáspora
judía convergían en Tesalónica.
En el siglo
XVI
, Tesalónica estaba situada en el corazón del Imperio otomano, y la influencia de su comunidad llegaba a todo el mundo judío oriental.
Shabtai Tzvi
– Retrato por un testigo ocular, Esmirna, 1666.
En Tesalónica, los judíos ocupaban toda la escala social, del rico empresario al humilde vendedor de limonada.
Los barrios de la ciudad baja, mayoritariamente habitados por judíos, fueron gravemente afectados por el incendio de 1917.
Reparto de Grecia entre alemanes, italianos y búlgaros. La zona de ocupación alemana aparece de color rojo, la italiana en azul y la búlgara en verde. Tesalónica quedó bajo ocupación alemana.
Entrada de Auschwitz II - Birkenau, vista desde el interior del campo.