Historia de la psicopatología

La psicopatología, (del griego, psyché: alma; pathos: enfermedad; y logos: discurso racional) es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta anormal o desviada, y que presta especial interés a la naturaleza u orígenes de los comportamientos patológicos.

Tanto la conducta anormal como el modo en que debía ser tratada se han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad hasta nuestros días.

[9]​ En la cultura mesopotámica, los espíritus vigilaban los actos de los hombres y castigaban sus malas acciones enviándoles la enfermedad.

Ensalmos, oraciones y sacrificios eran prácticas habituales para tratar de alcanzar la sanación.

[10]​ Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que la locura se explica como un acto de Dios contra los pecadores.

Bajo la influencia del confucianismo, en la antigua China se consideraba que la locura era la consecuencia de no respetar las tradiciones instauradas por los antepasados.

En esta segunda época, los tratamientos se endurecen considerablemente, y pueden incluir la tortura o incluso la pena de muerte, al considerarse que el castigo iba dirigido al demonio que poseía a la víctima, y no a la persona en sí.

[21]​ En la Edad Media, en Occidente confluyen tres marcos culturales diferenciados: el bizantino, el árabe y el cristiano.

Desde el siglo IX hasta el XV, los árabes transmiten la cultura griega y romana al resto de Occidente.

[22]​[23]​ El cristianismo es sin duda el factor que más ha influido en la caracterización de la enfermedad mental en la Edad Media.

Durante la Baja Edad Media aún se observaba cierta tolerancia hacia los rituales paganos.

En este contexto, el papa Inocencio III crea la Santa Inquisición en el año 1119, inicialmente destinada a la lucha contra los herejes, pero que en el siglo XIII amplía su objetivo a la brujería, con lo que se establece una equiparación entre ambas actividades.

[25]​ Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer una distinción entre los «locos» y los «endemoniados».

[28]​ A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la «primera revolución en salud mental».

El humanismo que caracteriza al periodo del Renacimiento establece el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón, la ciencia y la naturaleza, aunque en el ámbito de la salud mental, las creencias religiosas encuentran un arraigo muy firme que se mantendría todavía durante mucho tiempo.

No obstante, el estudio de la salud mental abandona paulatinamente el modelo demonológico para adoptar una perspectiva naturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja paso a la de enfermedad; los «endemoniados» pasan a ser pacientes.

Además, aumentan en gran medida los conocimientos en las áreas de medicina, anatomía y fisiología.

Todos estos factores hacen que el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad cultural muy superior a la de épocas anteriores.

Cornelio Agripa (1486 - 1535) rechazó con firmeza el modelo demonológico y escribió en defensa de las mujeres, por lo que se le considera un feminista adelantado a su tiempo.

Asimismo, en De anima et vita (1538), Vives propuso para lapsicología una orientación empírica basada en la observación.

[42]​ Autores como Thomas Szasz y Michel Foucault[43]​ criticaron el tratamiento moral por abrir las puertas a una política institucional de carácter represivo y controlador, así como por dejar caer la responsabilidad de la curación exclusivamente en el enfermo.

El mesmerismo gozó de una gran popularidad en el París de finales del siglo XVIII, en un contexto histórico en el que estaban muy presentes los estudios sobre fuerzas gravitacionales y electricidad llevados a cabo por Isaac Newton y Benjamin Franklin.

Este último, a la sazón embajador de los Estados Unidos en París, dictaminó la ineficacia terapéutica del mesmerismo tras un estudio que se prolongó durante cinco años.

[51]​ En Francia, las tesis organicistas se concretan en la llamada «teoría de la degeneración», cuyos principales exponentes fueron Bénédict Morel (1809 - 1873) y Valentin Magnan (1835 – 1916).

[56]​[24]​ La psicología experimental o científica dio sus primeros pasos a finales del siglo XIX, principalmente mediante el desarrollo paralelo de dos corrientes metodológicas diferenciadas.

Tras trabajar durante nueve años con Wundt en Leipzig, fundó su propio laboratorio en Heidelberg, donde realizó estudios experimentales sobre aspectos como la emoción, la fatiga, la memoria y los efectos de diversas sustancias psicofarmacológicas.

Entre las figuras más importantes de esta tradición destacan, en Europa, Jean-Martin Charcot (1825 - 1893), Joseph Babiński (1857 - 1932), Paul Janet (1859 - 1947) y Eugen Bleuler (1857 - 1939).

[59]​ A partir del siglo XX tiene lugar una proliferación de diversas escuelas y modelos psicopatológicos.

Por último, el psicoanálisis fomentó el tratamiento individual en contraposición al internamiento del enfermo en instituciones manicomiales.

[62]​ El conductismo es otra corriente psicológica que se desarrolló durante el siglo XX, principalmente en Estados Unidos.

Don Quijote de la Mancha . Ilustración de Ricardo Balaca (1880-1883).
Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor de la oquedad indica que el individuo sobrevivió a la intervención.
Fragmento del Papiro Edwin Smith .
Hipócrates , por J.G de Lint (1867-1936).
La Inquisición , cuadro de Goya .
Una edición del año 1669 del Malleus maleficarum .
Juan Luis Vives , precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del trato humanitario al enfermo mental.
San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González (1880).
Philippe Pinel , considerado el padre de la psiquiatría moderna.
Diagrama frenológico del siglo XIX
Carl Wernicke , neurólogo y psiquiatra alemán.
Emil Kraepelin , uno de los precursores de la psiquiatría moderna.
Tratado de Psicopatología General ( Allgemeine Psychopathologie ) de Karl Jaspers (1913).