Desarrolló la cultura Musteriense, que ocupa todo el Paleolítico Medio, hasta el 40.000 a. C. aproximadamente; esta cultura se caracteriza por una industria de sílex a base de puntas, raederas y denticulados, junto con una incipiente industria ósea.
La cabra y el conejo fueron el alimento básico de estas gentes, aunque es probable que se dedicaran también a la pesca.
(mapa) El Epipaleolítico se centra en el Bajo Aragón, ocupando la época entre el séptimo y el quinto milenio.
El hábitat es un abrigo rocoso amplio, no muy profundo, orientado al sol y dominando los ríos Matarraña o Algás.
También en la cuenca del río Sosa están documentados varios poblados, al igual que en el Bajo Cinca y Alcanadre.
En el siglo VI a. C. existen seis grupos con distinta organización social: vascones, suessetanos, sedetanos, iacetanos, ilergetes y celtíberos citeriores.
Son grupos iberizados con tendencia a la estabilidad, fijando su hábitat en poblados duraderos, con viviendas que evolucionan hacia modelos más perdurables y estables.
Sociedades autosuficientes en las que la mayor parte de la población se dedicó a actividades agrícolas y ganaderas.
En el ámbito ibérico el poder fue monárquico, ejercido por un rey; existía una asamblea democrática con participación de la población masculina.
Las tierras aragonesas vieron llegar con rapidez a los romanos, que progresaron con facilidad hacia el interior.
Ante estos hechos el Senado envió al cónsul Marco Porcio Catón con un ejército de 60 000 hombres.
Los pueblos indígenas de la zona estaban sublevados, menos los ilergetes que negociaron la paz con Catón.
El 188 a. C. Manlio Acidino, pretor de la Citerior, debe enfrentarse en Calagurris con los celtíberos, en el 184 a. C. Terencio Varrón lo hizo con los suessetanos, a los que tomó la capital, Corbio.
Adscrito a la provincia Tarraconense, este territorio formó parte, casi en su totalidad, del convento jurídico caesaraugustano (mapa.)
En la agonía del Imperio surgieron grupos de bandidos que se dedicaron al pillaje.
El valle del Ebro fue asolado en el siglo V por varias bandas de malhechores llamados bagaudas.
(mapa) Considerada como una zona fronteriza, el conjunto de tierras del valle medio del Ebro pertenecía a la Marca Superior o Marca Extrema (mapa), de la que el actual Aragón ocupaba su parte central.
Las acciones fronterizas de las tropas francas suscitaron el alzamiento contra el islam de los valles pirenaicos, cuyos pobladores seguían siendo cristianos; se formó sobre el curso alto del río Aragón (Hecho, Canfranc), el pequeño condado de Aragón, que si en un principio fue franco, en el S. IX ya se había independizado bajo el gobierno del conde indígena Aznar I Galíndez.
Una norma en su testamento, por la que se impedía repartir entre todos los hijos el patrimonio real, permitió la gran expansión de este reino.
Al morir Alfonso I sin hijos, el Reino de Aragón pasaba dificultades ya que Navarra se separaba y parte del reino incluyendo Zaragoza había sido ocupado por el rey de Castilla, Alfonso, que reclamaba el trono.
Pactaron esposarlo con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, formando así una unión dinástica.
(mapa) El avance hacia Valencia introdujo en la sociedad cristiana una gran diversidad étnico-religiosa, sustrato de futuros conflictos sociales y culturales.
En Aragón el bautismo no produjo ningún cambio en sus vidas, ya hablaban y vestían como cristianos; una vez bautizados cumplían externamente, pero internamente seguían siendo musulmanes.
Era una sociedad muy jerarquizada y férreamente dividida en estamentos (grupos sociales): nobles, caballeros, infanzones, hidalgos, clérigos, ciudadanos de muy diversa condición, e incluso siervos sujetos a la tierra y sometidos al régimen feudal que imponían sus señores.
[cita requerida] Felipe III impidió que se reunieran las Cortes de Aragón durante todo su reinado, desde 1598 hasta 1621.
En 1641, desde Aragón, se movilizó un poderoso ejército para someter al principado de Cataluña que reivindicaba su derecho de autonomía; las pérdidas que supuso para Aragón esta guerra se vieron incrementadas por una desastrosa administración, unas deudas crecientes en todas las entidades públicas y una crisis social muy aguda.
Las malas cosechas entre los años 1763 y 1766 produjeron la falta de abastecimiento en las ciudades, que terminaron en la revuelta social.
En 1883 se redactó un proyecto para la constitución del Estado Federal Aragonés, que no tuvo éxito.
Los primeros treinta años del siglo fueron de desarrollo agrícola, y aunque no aumentó demasiado la superficie cultivada, sí que hubo notables incrementos en la productividad.
Zaragoza concentró la mayor parte de talleres y fábricas, provocando un enorme desequilibrio demográfico en Aragón.