Media vedette con un cuerpo escultural, Mayo supo plasmar con sus plumas su gran talento en populares teatros de revistas como el Maipo, el Tabaris, el Astros y El Nacional.
Se destacó junto a primeras figuras cómicas de la escena nacional argentina como fueron José Marrone, Juan Verdaguer, Jorge Porcel, Tito Lusiardo, Don Pelele, Vicente Rubino y Marcos Zucker.
Generalmente trabajó como segunda vedette de bellezas como Juanita Martínez, Nélida Roca y Ámbar La Fox.
Además fue una muy buena bailarina de tangos que llegó a compartir el escenario con Roberto Goyeneche.
En 1964 actuó en su único film, El demonio en la sangre, protagonizada por Ubaldo Martínez, Rosita Quintana y Ernesto Bianco.