Su hermano Antonio Nicolás Marrone lo acompañó en todas sus andanzas y hasta llegó a trabajar en una temporada de teatro y en el programa Los trabajos de Marrone.
Así se formó Marrone —a través de horas de trabajo como cómico y teniendo que enfrentar en muchos casos un público hostil— lo que le dio práctica en la improvisación y en el futuro le permitió desenvolverse con seguridad y solvencia sobre los grandes escenarios revisteriles.
Comenzó trabajando como cómico en el teatro de revistas y en la radio.
Más tarde fue la figura estelar de diversos programas televisivos orientados al público infantil, como El circo de Marrone, interpretando al payaso Pepitito.
En 2001 Martínez se suicidó, tras una larga lucha contra un cáncer de pulmón.