Herminia de Austria

Por lado paterno, era nieta del emperador Leopoldo II del Sacro Imperio Romano Germánico y de la infanta María Luisa de España.

Los relatos contemporáneos la describen como una archiduquesa gentil, amable y modesta, pero frágil de salud.

Cuando era niña, sufrió de una curvatura en la columna vertebral, y los médicos de la época lo atribuyeron a la tuberculosis.

Incapaz de contraer matrimonio, en su vigésimo segundo cumpleaños ingresó en la Institución de Damas Nobles del Castillo de Praga, siendo posteriormente nombrada abadesa del mismo.

Sus restos fueron trasladado a Buda, donde fue enterrada junto a su madre en la Cripta del castillo de Buda.

Litografía basada en un retrato de Johann Stadler .