Posteriormente trabajó dos años en el Schauspielhaus Zürich, donde actuó en la obra Herr Puntila und sein Knecht Matti, de Bertolt Brecht.
En 1956 se casó con el compositor suizo Walter Baumgartner, con el que tuvo dos hijos, instalándose la familia en Berlín en 1965.
Actuó con Hans Albers en Liliom, y en el Münchner Volkstheater en La ópera de los tres centavos.
En los años 1960 se creó un escándalo cuando ella interpretó unas canciones francesas obscenas adaptadas por Walter Brandin.
Hasta poco antes de su muerte siguió trabajando en numerosas producciones televisivas, así como en el escenario con Die Alte singt ja immer noch.