A través de vitales tramos del camino incaico se enlazó con otras grandes localidades imperiales como Huánuco Pampa y Pumpu.
Tras la captura de su líder, los remanentes atahualpistas acantonados en el Mantaro estaban comandados por el general Chalcuchímac, quienes castigaron a los huancas por su colaboración con los cusqueños.
Los primeros españoles en arribar a Hatun Xauxa llegaron en 1533, capitaneados por Pedro Martín de Moguer, ofuscando la consumación del plan atahualpista.
Durante estas expediciones, los cronistas describieron a Hatun Xauxa con gran asombro y admiración.
El espectáculo fue mayúsculo pues adicionalmente, los españoles llegaron en la época del tinkuy, consistente en masivos encuentros de carácter ceremonial y festivo típicos en la cultura andina.
Para 1547, ya no albergaba ningún residente conforme lo atestigua el cronista Pedro Cieza de León.
Sin embargo, precisar su tamaño exacto se complica mucho debido a la cantidad de campos agrícolas y viviendas que la ocupan.
También se han encontrado en otros emplazamientos incaicos como Piedra Angosta (Mala), Vilcashuamán, Huánuco Pampa y Pumpu.
Estos eran las mayores divisiones territoriales del Incanato, por lo que sus gobernantes respondían casi exclusivamente ante el propio emperador Inca.
El suyo en el que se encuadraba Hatun Xauxa era el Chinchaysuyo, la macrorregión más grande, poblada y culturalmente diversa.
Otro cronista, Felipe Guamán Poma de Ayala, apunta a que Huáscar ejerció su dominio desde ella.