Gramalote

Otra que por su parte sur toma la dirección del occidente hacia el Carmen de Nazareth y Villa Caro.

Gramalote tiene bajo su jurisdicción los siguientes Centros poblados: Además, tiene bajo su jurisdicción las siguientes veredas: Ruinas de Gramalote, San Jorge, San José, Zumbador, Santa Bárbara, Boyacá, Violetas, La Garza, Villanueva, Ricaurte, Fátima, Cedral, San Isidro, Mirador, Triunfo, Jácome, Santa Anita, Rosario, Mongui, Piedecuesta, Silencio, Santa Teresita, Teherán, Valderrama y Miraflores.

El municipio de Gramalote se encuentra atravesado por dos quebradas que son afluentes del río Peralonso.

El río Peralonso marca a su vez el límite entre los municipios de Gramalote y Salazar.

El primer nombre, Caldederos, le fue dado simplemente por el río más cercano, la quebrada Caldera.

Entre las primeras familias implantadas se pueden citar los Angarita, Anto, Ayala, Ballesteros, Berrío, Belfini, Berti, Botello, Bruno, Buono, Bayona, Cárdenas, Castellanos, Delfino, Escalante, Galvis, Gómez, Guerrero, Gutiérrez, Hernández, Ibarra, Jacome, Lázaro, Luzardo, Madariaga, Mantilla, Molina, Montez, Ordóñez, Ortega, Palacios, Pascual, Peñaranda, Rojas, Rolón, Romero, Sánchez, Valderrama, Vermont y Yáñez.

La población utilizaba el nuevo nombre únicamente en los actos escritos oficiales; por lo demás, se seguía llamándolo "Caldederos" y sus habitantes Caldereños.

Desde 1870 se empieza a plantear la reubicación del pueblo, por considerar que el emplazamiento anterior se encontraba en una topografía demasiado escarpada y exigua, que por ende era poco apta para el desarrollo futuro del municipio.

Finalmente, por iniciativa del sacerdote Domiciano Antonio Valderrama se decide y concretiza el traslado de la cabecera municipal.

Principalmente la construcción de la iglesia, dedicada, igual que el precedente oratorio, al Arcángel Rafael.

Sobre la parte izquierda, las del antiguo oratorio y más adelante las de algunas casas.

El ejército liberal llegó por lo que hoy es el departamento Santander en dirección de Cúcuta.

Documentos dejados por el ejército del gobierno muestran que la victoria liberal en el Peralonso no se debió a la capacidad combativa sino a que su comandante, Vicente Villamizar, tenía órdenes de dejar pasar al ejército liberal para prolongar la guerra y usar esto como excusa para emitir más papel moneda de curso forzoso.

El colegio persistió hasta la destrucción de la antigua cabecera municipal, con gran vitalidad y gracias a las ayudas del estado, pero regentado por la comunidad fundadora.

Al parecer, la falla geológica sobre la cual se encontraba la cabecera municipal, acentuó su movimiento en parte por la desestabilización del terreno producida por las lluvias.

El 19 de diciembre las autoridades departamentales estimaban que el 40% del municipio había sido destruido.

El municipio basa su economía en el intercambio comercial de productores agrarios, el café, la caña panelera, el banano, los cítricos, los frutales y los recursos agropecuarios.

La festividad cuenta con celebraciones eucarísticas, exposiciones de ganado y otras y cuenta con la participación de numerosas personas originarias del municipio que convergían en Gramalote por esta festividad.

Una copia del original, pintado por el emperador fue traído desde España a Pamplona por el Obispo Boyacense José Luis Niño, quién hacia 1861 la ofreció como regalo al darle la ordenación sacerdotal a Secundino Jacome, hijo natural de Simón Bolívar.

Fue este último, nombrado para fundar la parroquia de Gramalote, quien la aportó al municipio.

La Sagrada Familia es representada en preparación para su huida a Egipto y la Virgen muestra ya el rosario, de forma anacrónica, pues esta tradición católica solo se desarrolló a partir del siglo VIII.

Por tradición se realiza para dar alegría, colorido, regocijo y religiosidad a la llegada de la Navidad.

El arranque de las bóvedas estaba marcado por la cornisas correspondientes al orden corintio.

El cruce del transepto estaba cubierto por una cúpula de base octogonal: esta iluminaba el espacio interior por una linterna coronada al exterior por una cruz y una corona en hierro forjado, referentes al Cristo rey.

Los vitrales del altar mayor por su parte, eran delicadas representaciones de los cuatro arcángeles.

Las naves laterales estaban decoradas con vitrales, las capillas laterales de cada nave lo estaban también con vitrales e imágenes religiosas que fueron obsequiados a la parroquia por diversas familias a lo largo de la construcción.

Tras la cúpula se encontraba el gran ábside, que junto a los muros eran las partes más antiguas del edificio.

La fachada, compuesta de dos niveles, contaba con tres entradas, correspondientes a cada nave, con pórticos clásicos sostenidos por columnas de orden dórico; el pórtico central contaba con su nártex en el mismo estilo y era sostenido por cuatro columnas.

Esos tres nuevos elementos estuvieron listos para conmemorar el primer centenario de la fundación en 1957.

Esta última etapa de construcción del templo contó con la iniciativa del padre Samuel Jaimes y dio al conjunto su aspecto que conocería hasta el 2010, con una geometría mucho más esbelta y mejor proporcionada que la precedente.

Vista de Gramalote desde el cementerio en los años 30.
Vista de la entonces plaza. La escultura de la fuente fue restaurada y colocada en el parque en los años 90.
Economía de Gramalote
Fiesta de San Isidro en el atrio de la iglesia durante los años 40.