Fundó varios periódicos como El Centinela (1856, junto con Pablo Arosemena), La Tribuna Federal (1879) y La Defensa (1880).
En 1855 es elegido Diputado para la primera Convención Constituyente del Estado Federal de Panamá.
En ese cargo logra traer de vuelta al Istmo, los restos mortales del general Tomás Herrera.
El gobierno se defiende y tras varias batallas son derrotadas las fuerzas istmeñas que tenían su capital en Santiago de Veraguas.
En la última batalla pierde la vida el presidente Santiago de la Guardia y Gil Colunje parte al exilio en Costa Rica, donde se queda hasta 1863.
Los últimos años de su vida los dedica a la Abogacía aunque sin abandonar la política y participa en 1891 como delegado al directorio nacional del Partido Liberal.