Algunos autores afirman que Arosemena es «el panameño más relevante del siglo xix».
A mediados del siglo XIX, se evidenciaba el expansionismo estadounidense hacia América; y por otro lado la agresiva influencia inglesa en Centroamérica.
En atención a este panorama, idea un modelo de organización política, planteando que Panamá se convirtiera en un estado totalmente independiente, soberano y hanseático bajo la protección de Gran Bretaña, Francia, los Estados Unidos y Cerdeña, siendo dichos estados garantes, mediante un tratado, del libre comercio de todas las naciones del mundo a través del istmo.
Esta idea fue planteada en un proyecto de ley que presentó al Congreso Neogranadino en 1857, el mismo no prosperó y fue duramente criticado por proponerlo.
Respecto a este último, Justo Arosemena afirmó: «estas adquisiciones que se compraban entonces... y el Coronel don Pablo pudo muy bien pagar su Caballería con muchos miles de pesos genuinos que hizo en el comercio».
Según la historiadora Argelia Tello Burgos, Arosemena se caracterizó por ser un niño precoz que a los cinco años ya hablaba el inglés, aparte del español, por la estrecha relación que unía a su familia con una pareja británica.
[7] Para 1833, cuando Arosemena contaba con 16 años, recibió el grado de Bachiller en Humanidades y Filosofía.
En 1838 Arosemena comenzó su carrera como jurisconsulto y periodista, además de ser catedrático en el colegio del Istmo.
En 1840, mientras era colaborador del Estado del Istmo, que estableció el general Tomás Herrera, Arosemena viajó a Estados Unidos, donde publicó su primera obra: Apuntamientos para la introducción a las ciencias morales y políticas.
No obstante, solo ocupó el cargo durante dos meses, entre julio y septiembre.
Arosemena dejó su puesto en difíciles condiciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, pero había eliminado una causa grave de contienda entre ambas naciones.
Los principales puntos de su excursión centroamericana eran Granada, Managua, León, Corinto, La Libertad, San Salvador y Guatemala.
En la historiografía panameña, Justo Arosemena es considerado el «padre de la nacionalidad panameña»,[13] debido a que fue el primer intelectual istmeño en plantear su existencia a mediados del siglo XIX.
Diferentes pasajes de la obra, exponen sus argumentos para fundamentar esta tesis, entre los que se pueden anotar: 1.
Dado que atravesar Estados Unidos por tierra era muy difícil, los viajeros usaban al istmo como la principal zona de paso entre Nueva York y San Francisco.
Para el primer caso, la situación geopolítica que ahora ocupaba Panamá hizo latente la pregunta de quién debía ejercer la soberanía sobre este tipo de territorio tan importante para el desarrollo del comercio mundial.
[21] Igualmente, como resultado de los cambios políticos expresados en la abolición de la esclavitud y el sufragio universal masculino en Colombia, la amenaza filibustera era vista con mayor miedo por las clases populares del istmo, normalmente negros, ya que al crearse gobiernos independientes por parte de filibusteros norteamericanos, estos podrían reimponer la esclavitud.
El ensayo comienza con una disquisición en la cual Arosemena afirma que a lo largo de la historia, comenzando en la Antigüedad Clásica, se ha visto que el principio de la nacionalidad se encuentra en los pueblos que ocupan reducidos espacios geográficos –polis griegas, por ejemplo–, y que el desarrollo de sentimientos nacionales en grandes espacios solo se da cuando se reúnen, bajo el ejercicio de la violencia y la fuerza, a algunos pueblos con características heterogéneas, razón por la cual dicha unión está destinada a fracasar.
En contraste con la proposición de Arosemena, los liberales radicales que tomarían el poder en 1863 buscaron responder a tres problemas fundamentales: uno político, uno económico y uno cultural.
[25] La Constitución de Rionegro presentaba a Colombia como una federación compuesta por nueve estados: Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Santander, Tolima y Panamá.
El hombre desenfundó una pistola, y le dijo a Luna que no lo podía tratar así.
[28] Como respuesta a estos hechos, Justo Arosemena escribió un artículo titulado La Cuestión Americana, en el que argumentaba que en esos momentos se estaba presentando una de las situaciones más problemáticas en territorio americano, y que no solo concernía a los americanos como habitantes del hemisferio occidental, sino a todo el mundo, ya que América Central, y en especial Panamá, ocupaba una posición geopolítica importante como zona de tránsito entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Dicha situación era la expansión estadounidense, que estaba poniendo en peligro la soberanía de las jóvenes repúblicas americanas.
Algunos autores han realizado análisis que giran en torno al pensamiento de unificación continental propuesto por Justo Arosemena.
En vez de explotar la tierra, porque el oro no se encuentra en su región, funda una sociedad, levanta pueblos, se da un carácter propio, y emprende crear una civilización tan nueva como el terreno que habrá de germinar.
Justo Arosemena escribió una serie de ensayos que enmarcan su obra como jurista y sociólogo.
[3] Otros ensayos: Presencia simbólica de Justo Arosemena Este sobresaliente istmeño del siglo xix sigue presente en nuestros días bajo diferentes símbolos que expresan sus contribuciones a la identidad nacional, la educación, la conciencia cívica, el derecho y las ciencias políticas.
El Comité Organizador estuvo compuesto por las siguientes personalidades: Carlos Bolívar Pedreschi (presidente), Harley James Mitchell D. (Vicepresidente), Lcdo.
Luis Eduardo Quirós Bernal, Ana Victoria Sánchez, Sr. Olimpo Sáez y la Aura Emérita Guerra de Villalaz.