[1] Tras esto, Mosquera, quien se había proclamado presidente provisional del país, convocó en 1863 a una convención en la localidad de Rionegro, en Antioquia, con el fin de redactar una nueva constitución.
[2] La carta política que surgió de allí, implantó en el país el liberalismo clásico, que se extendió hasta 1885, cuando entró en vigor la Regeneración.
[1] Entre los delegados a la convención estuvieron Justo Arosemena, Julián Trujillo, José María Rojas Garrido, Domingo Diazgranados, Mamerto García, Antonio Mendoza, Camilo Antonio Echeverri, Juan C. Soto, Nicolás F. Villa, Ramón Santodomingo, Santos Gutiérrez, Santos Acosta, Ezequiel Hurtado, Francisco Javier Zaldúa, Juan A. Uricoechea, Manuel Ancízar, Salvador Camacho Roldán, Foción Soto, Felipe Zapata, Gabriel Vargas Santos, José Hilario López, Eustorgio Salgar y Clímaco Goméz B.
A raíz de ello, se realizó un cambio constitucional para que las elecciones dirigidas a votar por el presidente de cada estado se hicieran al mismo tiempo para todas las entidades federales, y se declaró que por cada estado un candidato iba a voto popular por el resto de los estados del país luego de ser aprobado.
El presidente electo debía asumir su cargo, teniendo en cuenta las decisiones del Congreso.