El estilo se extendió por esta zona por difusión del Gótico francés, interpretándolo con soluciones originales.
En el siglo XIX hubo un proceso de ideologización, en el contexto del Romanticismo y la unificación alemana que interpretó el Gótico como un "arte nacional" o "étnico" alemán, atribuyéndole significados más allá de lo artístico y extemporáneos a su época, con criterios historicistas, medievalistas o "neogóticos".
1250, un bulto redondo en arenisca, que podría ser un retrato del emperador Otón I, cuya ubicación original no está esclarecida, aunque pudo ser una estatua pública que presidiera la plaza del mercado, simbolizando la libertad de la ciudad frente al arzobispo).
Son las primeras estatuas ecuestres a tamaño natural del arte occidental desde la Antigüedad.
Los tipos humanos tienden a ser populares, sin idealismo, lo que se interpreta como algo propio del gusto burgués.
Se registran los nombres de un buen número de escultores que se desplazaron a trabajar a distintas regiones alemanas y de toda Europa Central, e incluso llegaron a Inglaterra, Suecia y Dinamarca: Tilman Riemenschneider, Michael Pacher, Bernt Notke, Veit Stoss o Adam Kraft.
[29] Alemania recibió el gótico, con retraso, posiblemente a través de la orden cisterciense.
El temprano estilo que llegaba desde Francia estaba allí ya bastante formado[Nota 1] y convivirá durante algún tiempo con las formas románicas alemanas, que se resistían al nuevo estilo, y así los primeros arcos de ojiva no se construyen hasta los primeros años del siglo XIII.
Hasta el final de la Alta Edad Media el estilo gótico no será generalmente aceptado en Alemania.
Todavía se notan en ella elementos de la tradición del románico alemán.
La torre es casi cuadrada en la base; en su centro, está la galería dodecagonal estrellada; luego es octagonal y se remata con la aguja cónica.
La de San Pedro sufrió una modificación parcial en época gótica, pero conservó la planta románica, mientras que la iglesia capitular de la Virgen María (Liebfrauenkirche) se renovó hacia el año 1230, demoliendo el alzado anterior y reconstruyéndola con una planta casi circular y con rigurosas correspondiencias geométricas, adaptando el lenguaje gótico a esa inusual forma.
El coro, que se completó en 1304, alcanza una altura de 46 metros, y se considera una obra maestra del gótico radiante, con un incomparable impulso vertical en la estructura, que fuerza los límites de la estática.
En la Edad Media, la catedral ni siquiera estaba a medio terminar y tras una prolongadísima interrupción, las obras se reanudaron en el siglo XIX, con criterios neogóticos, levantándose las naves y la fachada principal.
La restauración más importante del edificio se llevó a cabo después de la guerra y ha sido terminada en diferentes etapas, la última en 1994.
La iglesia del monasterio cisterciense de Altenberg, que se inició en 1259, se destaca como una iglesia de monasterio, que expresa la modestia cisterciense sin torres y con decoraciones arquitectónicas reducidas, pero triunfa en sus dimensiones.
Esa preferencia alemana por las Hallenkirches apenas se compartió en Renania y en las ciudades del suroeste del mar Báltico, desde Lübeck hasta Stralsund, en donde encada caso se construyó al menos una gran basílica de ladrillo con contrafuertes.
Para las desviaciones del modelo francés, incluida la renuncia al deambulatorio y a la corona de la capilla, se ha empleado el término «Reduktionsgotik» (gótico reducido).
Ciudades como Lübeck, Rostock, Wismar, Stralsund y Greifswald se caracterizan por esta variación de estilo regional.
Durante mucho tiempo, especialmente en el siglo XIX, el gótico se consideró un estilo típicamente alemán.
Esa imagen de sueño romántico se elevó a contraimagen positiva.
Se cree que el edificio polaco más antiguo construido íntegramente en estilo gótico sería la capilla del santuario de Santa Jadwiga (Trzebnica) (1268-1269) en la iglesia de San Bartolomé en el monasterio cisterciense.
El desarrollo del estilo gótico estuvo muy influenciado por los cambios que se estaban produciendo entre la burguesía.
Como en otros países, también se realizaron colectas para la construcción de nuevas iglesias en ciudades polacas.
La reforma del Estado llevada a cabo en el siglo XIV permitió financiar muchas obras de ese período.
La segunda vez tuvo lugar un desarrollo similar en la fase gótica tardía, durante el gobierno de Casimiro IV Jagellón (1447-1492).
Las tradiciones góticas continuaron aquí durante mucho tiempo (hasta finales de los siglos XVI y XVII).
Todavía se construyó en estilo gótico en el siglo XVI; siendo el representante más destacado en el país fue el arquitecto Giovanni Battista (Jan Baptysta Wenecjanin, c.1492-1567).
Los centros urbanos que conservan la mayor parte del gótico polaco son las ciudades de Cracovia, Gdańsk, Toruń y Breslavia.