Fulminante

[1]​[2]​ La palabra proviene del latín fulmināre, golpear con un rayo.

Otras condiciones patológicas que pueden ser de carácter fulminante son el síndrome de dificultad respiratoria aguda, el asma, la anafilaxia aguda, el shock séptico y la coagulación intravascular diseminada.

El término generalmente no se usa para referirse a la muerte inmediata por trauma,[4]​ como una herida de bala, pero puede referirse a condiciones secundarias inducidas por trauma, como commotio cordis, un paro cardíaco repentino causado por un traumatismo cerrado no penetrante al precordio, que provoca la fibrilación ventricular del corazón.

Paro cardíaco y accidente cerebrovascular en ciertas partes del cerebro, como en el tronco encefálico (que controla las funciones del sistema cardiovascular y respiratorio), y hemorragia masiva de las grandes arterias (como en la perforación de las paredes por un traumatismo o por la apertura repentina de un aneurisma de la aorta) puede ser muy rápido, causando "muerte fulminante".

Ciertas infecciones del cerebro, como la rabia, la meningitis meningocócica o la meningoencefalitis amebiana primaria pueden causar la muerte en cuestión de horas o días después de que aparecen los síntomas.