Fuentes públicas de Valladolid

A finales del siglo XIX y primera mitad del XX se construyeron una serie de fuentes que siguieron un mismo patrón que les dio un cierto aire de antigüedad; en el siglo XXI manan agua potable.

[8]​ Después de heredada dicha huerta el prior se dispuso a transformarla en algo productivo.

Esta primera conducción dio lugar a tres fuentes que sirvieron durante siglo y medio.

[2]​[9]​ Más tarde, ya en el siglo XVI los monjes hicieron cesión al Regimiento y dieron permiso para la traída de agua desde Argales a Valladolid.

[a]​ Desde allí seguía su marcha hasta la puerta del Campo, Boariza (más tarde María de Molina), san Lorenzo y huerta del convento (lugar que ocuparía después la plaza de Poniente).

El dinero para poder pagar tales obras se recaudó de las sisas, impuestos a mercaderes, multas y hasta préstamos.

Pero según cuenta Ventura Pérez[15]​, en 1759 la fuente manaba agua «a fuerza de rempujones» y tuvieron que deshabilitarla.

[16]​[17]​ Durante todo este siglo XVIII continuaron las protestas por el mal estado de las cañerías y por las constantes roturas.

Desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el XX los vecinos siguieron pidiendo y exigiendo más fuentes.

[21]​[22]​ Lo que realmente vino a salvar la situación fue la construcción del canal del Duero llevada a cabo en 1864 por la Unión Castellana; los primeros tiempos no fueron demasiado buenos y hubo sus pros y sus contras además de que la financiación no fue óptima.

A través de canalizaciones metálicas se distribuyó el agua por toda la ciudad.

En aquellos primeros años del siglo solo había dos manantiales útiles: Argales que alimentaba nueve fuentes y La Ría.

[25]​ Las fuentes públicas que se fueron construyendo en el discurrir de los años no siguieron un patrón único.

Tanto la forma como los materiales se diferenciaron unas de otras y fueron cambiando mucho su aspecto.

[27]​[b]​ El oficio de aguador consistía en acarrear el agua y llevarla a los diversos domicilios.

Los aguadores llegaban desde el río, atravesaban la muralla por la puerta de Nuestra Señora que se llamó después postigo del Río y más tarde puerta de los Aguadores.

A mediados del siglo XVIII, según el catastro del marqués de la Ensenada había en Valladolid veinticinco aguadores; el oficio era hereditario (proporcionaba cuantiosas rentas anuales) y estaba distribuido entre dos familias: los Ribera y los Martínez.

[29]​ Todos los aguadores tenían prohibido coger agua del río Esgueva por su contaminación.

Fuente en la plaza de San Bartolomé. Diseño muy extendido a partir de mediados del siglo XX
Placa que señala el viaje de agua de Las Marinas en la calle de Teresa Gil
Arca Real número 1
Estación depuradora de las aguas del canal del Duero en San Isidro, Valladolid
Fuente cilíndrica rematada por una boina o casquete, ubicada en el Campo Grande
Un aguador de Toledo