Frómista

Las obras maestras del arte medieval en Frómista, así como los hospitales que tenía para los peregrinos, son fruto del Camino de Santiago, la gran ruta cultural y espiritual, que une España con el Occidente cristiano.

En la Frómista medieval aparecen los tres motivos que más fama han dado al pueblo: San Telmo, el milagro y los judíos.

Era sobrino del obispo de Palencia, quien le orientó hacia los estudios eclesiásticos.

Encontrándose en la Plaza Mayor de Palencia, quiso hacer caracolear a su caballo para excitar la admiración del público y conseguir su aplauso.

Los judíos estuvieron presentes en Frómista desde antiguo, debido a que Fernando I (1010-1065), dada la necesidad de repobladores, les concedió muchas facilidades para su establecimiento en Palencia, por su justa fama de hombres hábiles, industriosos y activos.

Un tal Pedro Fernández de Teresa pidió dinero prestado a un judío llamado Matudiel Salomón.

Cuando el párroco quiso darle la Forma, ésta se hallaba adherida a la patena con tal fuerza que no pudo separarla.

Perplejo, el sacerdote preguntó al enfermo si había ocultado algún pecado o si acaso estaba excomulgado.

Después, Pérez de la Monja tomó la Forma del Milagro, tal como estaba en la patena y la colocó en custodia en San Martín.

Comparados con la época medieval, los siglos XVI, XVII y XVIII son tiempos de decadencia.

[1]​ Durante la primera mitad del siglo XIX la población aumenta, y se estabiliza en torno a los 1500 habitantes.

Suenan entonces antiguas canciones a la vez que se golpea en el suelo con los palos y las porras.

La procesión transcurre por las calles del pueblo hasta la casa donde dice la tradición que nació San Telmo.

Allí se lee un sermón satírico-burlesco, escrito en su mayor parte en copla o cuarteta asonantada, que hace una crítica de personajes y hechos acontecidos en el año.

Después del sermón se repite el baile y se vuelve hasta la iglesia de san Pedro, donde comenzó, una vez allí la procesión termina tras 5 o 6 horas con un estruendoso vítor a San Telmo.

Le sigue el abad de la cofradía, bajo palio, portando la Santa Reliquia, y por último, las autoridades.

Estatua de san Pedro González Telmo en Frómista
Antiguos silos de cereales de la Red Nacional de Silos y Graneros
Casa consistorial
Iglesia de Santa María del Castillo
Portada de la iglesia de san Pedro
Ermita del Otero
El Canal de Castillo a su paso por Frómista