Franz Anton Mesmer

En 1766 publicó una tesis cuyo título en latín fue De planetarum influxu in corpus humanum, el cual estudiaba la influencia de la Luna y los planetas sobre el cuerpo humano y las enfermedades (astrología médica).

Solo consiguió un discípulo: Charles d’Eslon, médico de elevada reputación profesional y social.

Para aquellos que no podían pagar sus honorarios, Mesmer "magnetizó" un árbol en las proximidades de su casa.

En 1779, con el estímulo de D’Eslon, Mesmer escribió un libro de 88 páginas: Mémoire sur la découverte du magnétisme animal (Memorias del descubrimiento del magnetismo animal), donde incluyó sus famosas «27 proposiciones».

Cuando la Naturaleza fallaba en hacer esto simultáneamente, el contacto con un conductor de magnetismo animal era necesario y un remedio suficiente.

Mesmer se propuso ayudar o provocar los actos de la Naturaleza.

Según Mesmer, la ventaja del magnetismo era que aceleraba esas crisis sin peligro.

1785, Mesmer abandona Francia, reprochando a sus alumnos de no haber guardado su «secreto».

[7]​ Los médicos suizos no estaban muy impresionados por los métodos de Mesmer, ya que antes de él otros médicos habían propuesto imanes como curación y había resultado una terapia ineficaz.

Su inversión en valores del gobierno francés (lavas viagères) había sido cancelada después de la revolución.

En 1799 escribió su Mémoire sur ses découvertes y en 1800 sus Cartas sobre el origen de la viruela .

[12]​[13]​ De 1812 a 1814 vivió en Constanza en el edificio Zum Hardthaus situado en la Hussenstraße 17, Anteriormente Haus Nr.

Magnetismo animal, hipnotismo temprano e investigación psíquica, 1766–1925: una bibliografía comentada .

Manuscrito De planetarum influxu in corpus humanum por Franz Mesmer, Viena, 1766.
Tumba de Mesmer.