Cualquier visitante descubrirá enseguida que otro de los protagonistas económicos de la ciudad es la producción de vino,[4] ya que sus viñas llenan ordenada y respetuosamente las laderas y sus bodegas, tabernas y almacenes de vino nos lo recuerdan constantemente por medio de palabras alemanas relacionadas con ello: Wein (vino), Keller (bodega), Winzer (viticultor), etc. Desde la ciudad se puede tomar un ferry que cruza el lago hacia Suiza o hacia la ciudad de Constanza (este funciona constantemente, a modo de puente entre las dos ciudades), o se puede acceder por tren o carretera hacia Baviera o, poco más allá, hasta Bregenz, ya en Austria.
Este es el tercer país que comparte tierras en este gran lago alimentado por el Rin, que aporta aguas directas de los Alpes.
Hacia el año 1300 recibió la villa el privilegio para celebrar un mercado semanal, pasando a utilizarse y desarrollarse para ello la zona inferior de la ciudad, hasta entonces ocupada prácticamente solo por pescadores.
El barco une constantemente este villa con la ciudad de Constanza, al otro lado del lago.
En su misma orilla, una línea de autobuses la comunica con Überlingen y Friedrichshafen.