Estudió la escuela primaria en su ciudad natal hasta que en 1888 la familia decide mudarse a Costa Rica, donde el padre tenía algunas propuestas de trabajo, y culmina la secundaria en el Liceo Elemental de San José.
En 1905 forma junto a su padre y su hermano Pedro la compañía "L. Durini e Hijos", bajo cuyo nombre serían presentados la mayoría de proyectos futuros.
Ese mismo año dibujó dos bocetos para el concurso organizado por la municipalidad de Guayaquil, que deseaba levantar la Columna a los próceres del 9 de octubre en el parque centenario; lamentablemente tenía tanto trabajo que no entregó las propuestas a tiempo.
En junio de 1907 insistió ante el Comité guayaquileño, enviando sus bocetos, cálculos y dibujos, comprometiéndose a armar la columna completa.
En 1912 inició la construcción de un elegante pasaje comercial entre las calles García Moreno y Venezuela, del Centro Histórico.
Los últimos años de su profesión los dedicó a construir mansiones y palacios para la aristocracia quiteña, al igual que varios mausoleos familiares y personales en varias ciudades del país, pero especialmente en el Cementerio de San Diego, en Quito.