Este importante monumento es obra del escultor catalán Agustín Querol y Subirats, que en 1907,[1] ganó el concurso internacional convocado.
La hermosa obra simboliza el espíritu humano, alumbrando la vía con la luz del entendimiento.
Según el historiador guayaquileño Melvin Hoyos, cada pieza tiene un significado histórico desconocido para la mayoría de los ciudadanos.
Los dioses Hermes y Artemisa (alegóricas de la agricultura y el comercio) que se muestran por la calle Víctor Manuel Rendón, fueron creados por el artista José A. Homs.
“El parque es longitudinal, paralelo a la dirección del río, precisamente, para destacar cómo ha crecido la ciudad gracias a la agricultura y como consecuencia de las artes y la industria”, explicó Hoyos Los caballos que enmarcan el pórtico principal hacia la calle Lorenzo de Garaycoa fueron elaborados por el escultor catalán Juan Rovira.
“Simboliza al pueblo guayaquileño dominando su destino y obteniendo su libertad”, agregó.
Solamente algunos textos antiguos contienen el Acta y no es común que se encuentre en todas las bibliotecas.