Juzgó que contenía declaraciones y conjeturas sumamente interesantes acerca de su país natal y con respecto a Miranda añadió: "entre estos importantes materiales había muchos hechos referentes a un compatriota de quien había oído hablar vagamente.
Pasó a ser mi natural deseo conocerle y por intervención de amigos comunes, especialmente el Canónigo José Domingo Cortés, lo conseguí...." Entre ambos surgió una amistad.
Miranda comenzó a tenerlo en el grupo de sus íntimos colaboradores tratándolo como su «amigo mexicano» vinculado a los jefes de ese país que estaban descontentos con el régimen español y le inculcó sus ideales por la independencia americana.
A este ideal Antepara dedicó su vida y fortuna desde entonces, instalándose en Londres a trabajar con él en la Logia Americana de Caballeros Racionales, cuyo Gran Maestre y fundador era el propio Miranda, así como en su casa situada en Grafton Street.
Antepara figuró como Editor responsable y se sabe que le ayudaba su amigo José Domingo Cortés.
En su número inicial "El Colombiano" manifestó que se proponía guiar a los habitantes del continente colombiano, para ponerlos en estado de juzgar con rectitud y obrar con acierto en una materia que tanto les interesa, pues debe ser el origen de su futura felicidad....La materia es la emancipación, la felicidad es la libertad.
Por esos días también dio a la luz un volumen ilustrado escrito en inglés, idioma que ya dominaba, donde recopiló documentos históricos y explicativos que muestran los propósitos en curso y los esfuerzos hechos por el General Miranda para conseguir la Independencia Americana durante los últimos veinticinco años bajo el título de "South American Emancipation" by José de Antepara, a native of Guayaquil - 229 págs.
Mientras tanto el duque de Alburquerque, embajador español en Londres, intentaba por todos los medios frenar la publicación, destinada según él, a "revolucionar a los americanos, por su carácter incendiario, subversivo y contrario al buen orden, la tranquilidad y la unión que debía reinar en las Américas", por eso se prohibió terminantemente su circulación en las colonias.
En 1810 arribó con Miranda a La Guaira, Venezuela, en compañía de Pedro Leleux, llevando consigo el archivo del Precursor (llamado Colombeia).
Tras la desastrosa campaña militar de 1812 pudo Antepara embarcarse en La Guaira y huir a bordo del HMS Zephyr, no así el Precursor que tras la capitulación de San Mateo fue entregado por algunos oficiales patriotas al realista Domingo Monteverde, quien le puso con grillos en prisión.
Antepara, en cambio, salvó el archivo de Miranda que pasó a Inglaterra donde permaneció más de un siglo hasta que Henry Bathurst, III Lord Bathurst, lo puso en las manos del historiador William Spence Robertson, quien lo publicó en su magistral obra titulada "Life of Miranda" editada en Chapel Hill, USA, en 1929 y que traducida al español por Julio E. Payró ha visto sucesivas ediciones mientras el gobierno de Venezuela adquiría los 63 volúmenes del archivo, dándolos a la publicidad en 24 tomos.
Dicha victoria permitió el libre acceso de los ejércitos guayaquileño y colombiano unidos hacia la sierra andina.