Polski Fiat 126p

Este apodo se hizo tan generalizado, que incluso la planta decidió tomar dicho nombre como una designación oficial del vehículo.

Aparte era muy difícil (si no imposible), la adquisición de un coche extranjero (la mayoría estaban destinados a la élite del presidium comunista), dado que el złoty no era intercambiable, tal como en otros países comunistas, y aparte; el mercado estaba fuertemente regulado por el estado, siendo el mercado libre regido por las mafias del contrabando.

Las autoridades también podían otorgar cupones para la adquisición de un automóvil con base al mérito obtenido por cada individuo y su fidelidad a los ideales comunistas.

En Rusia puso competencia al un similar, el Lada Oká, con el que compartía la concepción de ser un coche para las masas.

En Brasil fueron comercializadas pocas unidades, ya que la producción del similar y base de su diseño, el Fiat 126; le dificultaron su entrada.

Un Fiat Polski 126p color amarillo, el típico color de fábrica.
Una Zona de estacionamiento donde se alojan varios Fiat Poslki 126p, una vista típica en la Polonia de los años 80.
Un coche Fiat 126p en las calles de Varsovia , en Polonia .
Una variante del Fiat Polski 126p en versión de carga.
Un modelo con apliques deportivos del Fiat Polski 126p, de la serie producida entre 1989 a 1993.
En Cuba, al Fiat Polski 126p se le suele conocer como "El polaquito" .