[3][4][5] El significado se ha expandido desde entonces para referirse más ampliamente a las personas con puntos de vista transexcluyentes que pueden no tener ninguna implicación con el feminismo radical.
Sectores del PSOE y la entonces vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo,[25][26][27] así como feministas académicas como Amelia Valcárcel,[28][29][30][31][32] Alicia Miyares[33][34] o Lidia Falcón,[24][35] llevaron a cabo una campaña de oposición a la misma.
[45][46][47] Calvo, que había liderado la oposición a la misma desde el Gobierno, se abstuvo en la votación, y finalmente no fue renovada como vicepresidenta.
[54] En agosto de 2018, siete filósofos británicos escribieron en el sitio web Daily Nous que dos artículos de McKinnon y Jason Stanley publicados en la revista Philosophy and Phenomenological Research contribuyeron a normalizar el término.
[64] Con respecto al uso del término, la filósofa feminista Judith Butler cuestionó que «TERF» fuera un insulto en una entrevista con New Statesman, afirmandoː "Me pregunto cómo se llamarían las feministas autodeclaradas que desean excluir a las mujeres trans de los espacios de mujeres.
[61] Según la filósofa Alicia Miyares, el término se usa para designar como «transfóbicas a quienes desde el feminismo se oponen al esencialismo de la categoría género y al borrado de la categoría sexo».
[67] En un artículo de 2015, la académica feminista estadounidense Bonnie J. Morris argumentó que TERF era inicialmente un término analítico legítimo, pero rápidamente se convirtió en una palabra difamatoria asociada con insultos sexistas.
2][68][69] Algunas autodenominadas feministas críticas de género afirman que no pueden describirse con precisión como «transexclusivas» porque incluyen a los hombres trans.
[72][73] La periodista británica Catherine Bennett ha descrito la palabra como «una herramienta de intimidación» que «ya ha logrado reprimir el discurso, y tal vez incluso la investigación».
Bennett llegó a comparar el acoso enfrentado por las TERF al cometido por la comunidad incel.
[74][75] La bloguera feminista Claire Heuchan argumenta que la palabra se usa a menudo junto con «retórica violenta».
[77] En el feminismo argentino se ha hecho una diferenciación terminológica entre "feminismo radical" histórico y la corriente "radfem", que constituye el núcleo duro del feminismo transexcluyente, a partir de un bloque de ideas esencialistas y biologicistas, pero que también tiende a excluir o adoptar una postura paternalista, respecto de las mujeres indígenas, inmigrantes o pertenecientes a los barrios populares.