También existe la doble felación, donde una pareja practica sexo oral a un hombre estimulando al mismo tiempo el pene como los testículos.Actualmente se usa el término Americana real para describir la práctica original (que la persona realizando la felación trague el semen).Está registrado que en Madrid las prostitutas podían echarse en cara la práctica de la felación, en forma insultante, unas contra otras.[10] Los romanos ligaron el poder al sexo oral, creando roles dominantes y sumisos.[13] La antigua cultura peruana moche rendía culto a la vida diaria incluyendo las prácticas sexuales.[14][15][16] El Kámasutra indio, del primer siglo d. C., describe el sexo oral[17] analizando la felación con gran detalle y mencionando brevemente el cunnilingus.Según algunas hipótesis, la decoración tenía un motivo educativo: enseñar el Kama sutra a los más jóvenes.Para otros, los templos son un homenaje al matrimonio entre Shivá y Párvati, e incluso algunos apuntan que la representación de amantes servía de protección, ya que ahuyentaba a los malos espíritus y a los rayos.Esto supuso un cambio en el mundo del porno, ya que desde entonces multitud de actrices han emulado a Linda.En los últimos años, se han realizado varias películas de cine convencional (no pornográfico), que muestran felaciones reales.Ejemplos más recientes son la película Baise-moi, The Brown Bunny, con Chloë Sevigny, Intimacy, con Kerry Fox, Los debutantes, de Andrés Waissbluth, Batalla en el Cielo, de Carlos Reygadas, Q, con Déborah Révy y Hélène Zimmer, entre otras.En el shunga, palabra japonesa que hace referencia a imágenes eróticas, usualmente realizadas por impresión con planchas de madera o, más raramente aún, como pergaminos pintados, se describían relaciones tanto heterosexuales como homosexuales.Sin embargo, el riesgo aumenta si hay heridas (pene, boca o faringe) en cualquiera de los practicantes.