Este había estado en México y en ese momento se encontraba en Cuba, donde posteriormente sería propuesto para obispo.
También en Corella estudió el primero de Filosofía, pasando a Daimiel los dos cursos siguientes: 1934-1936.
El 21 de julio comenzó con un registro en el convento y a las 23:30 h. los milicianos ordenaron el desalojo en media hora.
Pero dos serenos les reconocieron en el Puente Navarro del río Guadiana y los condujeron hasta el ayuntamiento.
Humillados, en medio de insultos y mofas sufridas por ellos en silencio, les obligaron a alzar el puño al estilo comunista.
Los tres cadáveres permanecieron allí hasta la una o la una y media del mediodía, cuando fueron conducidos al cementerio de Los Yébenes.
Al salir del convento comenzó su viacrucis y calvario, que terminaría con el martirio.