Nicéforo de Jesús y María

Es venerado como beato y mártir en la Iglesia católica.Más tarde (1920), regresó a México para dedicarse a las misiones populares en Jalisco, cabe destacar que la casa Pasionista era el templo de la Soledad que en 1933 cambiarían de residencia a Convento de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.En dicho cargo se dedicó a la animación de sus religiosos y fundó la revista El Lábaro.Cuando estalló la guerra en España en 1936, se encontraba de visita en América Latina, sus religiosos le animaban a no volver por el peligro de la persecución.[3]​ En el Santuario de Santa Gema Galgani de Barcelona se le ha dedicado un altar a los veintiséis mártires de Daimiel, encabezados por el beato Nicéforo, en honor a que dicha comunidad fue fundada por él en 1932.