Los documentos más antiguos consultados al respecto plantean que ya en el año 1905, existía una finca de 40 caballerías denominada "La Esmeralda" cuyos propietarios resultaron ser en aquel entonces la sociedad integrada por Doña María de la Cruz Guerrero, Don Alfredo Esquivel, Don Antonio Esquivel y Doña Venancia de los Dolores Guerrero y Sánchez.
El desarrollo de la industria azucarera a partir de la segunda mitad del siglo XVIII propició una mayor prosperidad del Puerto de La Guanaja, como importante enclave comercial principeño, permitiendo además la incorporación del territorio a esta nueva actividad económica, con la edificación de tres ingenios azucareros: Santa Rosa, Bainoa y Jururú, aunque manteniéndose en primer orden en cuanto a importancia económica, la tradicional producción ganadera.
Entre 1901-1902 se funda la Colonia Palma City dedicada a la producción de cítricos.
Actualmente el territorio hay 6 Consejos Populares: Además cuenta con las siguientes Comunidades Independientes.
Durante las épicas guerras independentistas libradas a finales del siglo XIX contra el coloniaje español, el territorio local constituyó el escenario natural de importantes acontecimientos militares entre los que se destacaron por su significación: Todos ellos ocurridos durante la Guerra de los 10 años.
En la contienda del 95 se producen entre otros: Sin embargo la mayor relevancia del territorio local durante estas campañas guerreras estuvo dada por su importante papel como retaguardia de apoyo al Ejército Libertador.
El inicio de la última etapa de lucha insurreccional revolucionaria no encontró oído sordo entre los vecinos locales, desde muy temprano hicieron eco de la acción opositora que se gestaba en la isla y procedieron a organizar un riguroso movimiento clandestino que llegó a extender sus actividades hasta los más recónditos rincones del territorio.
Las huestes mambisas estaban compuestas por unos quinientos hombres mal armados, escasos de municiones y sin experiencia militar.
La columna entró en el paso y fue castigada duramente por la fusilería de los cubanos, causando muchas bajas entre sus hombres, quienes a pesar de su difícil situación embotellados en el cañón del paso, contestaban valientemente al fuego enemigo.
Durante más de seis horas se mantuvo el combate sin que los españoles pudieran continuar su camino, ni retirarse, y los cubanos trataban de retenerlos para destrozarlos.
Los errores cometidos en la preparación del terreno y de sus fuerzas para el combate, debido a su inexperiencia, inferioridad del armamento y el escaso parque con que contaban, permitió a Lesca realizar una maniobra que consistió en tomar una trocha poco utilizada, dar un rodeo y salir al Paso de los Paredones y aprovechando que no estaba cubierto por las tropas mambisas, pasar por este lugar al lado sur de la serranía.
Retirada de todas las fuerzas sin ser molestados, el Aguacate donde se pernoctó.
El enemigo sufrió mucho; nuestras bajas fueron 3 muertos y 6 heridos".
Comprobadas éstas despachó un fuerte contingente militar hacia el lugar señalado con el fin de apresar o dar muerte a los principales representantes del Gobierno cubano.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) repercutió en diversos sectores a escala mundial, en Cuba el sector azucarero se vio beneficiado ya que la contienda bélica afectó severamente a la producción del azúcar de remolacha europea y aumentó la demanda y los precios del azúcar de caña en el mercado internacional por lo que Cuba se convirtió en el principal suministrador del producto, aunque con Estados Unidos como intermediario.
Existen algunas áreas cenagosas de escasa utilización económica, fundamentalmente en las zonas costeras.
El mes más caluroso es agosto, con temperatura promedio de 32,9 °C, aunque ocasionalmente, la máxima del día ha llegado a superar los 35 °C.
Además, en cada año se efectúa la selección de "La Esmeralda y sus rubíes".
El batey Jaronú, goza de una arquitectura única de su tipo en el país, la cual se distingue por su conservación y estructura típica, lo cual le valió ser considerado Monumento Nacional.
El sector de la Salud Pública comenzó a sentir los efectos revolucionarios, siendo las primeras beneficiadas las mujeres y los niños por nacer, para quienes se construyó en Esmeralda un Hogar Materno Infantil y se mejoraron las condiciones del existente en Jaronú.