Es decir, se mezclan, en una misma pieza diferentes «ingredientes»: estilos musicales, idiomas, texturas y otros elementos de la música.
Aparecen estilos como el madrigal, la canción popular, el villancico, el romance, la danza, los géneros litúrgicos y otros.
Los idiomas más frecuentes son el español, el catalán, el gascón, el vizcaíno, el portugués, el italiano y el latín.
La ensalada fue concebida para diversión de los cortesanos y alcanzó gran fama en las fiestas palaciegas.
Se puede observar cómo a lo largo del tiempo, una corriente evoluciona y desemboca en el género de la ensalada.
También se relaciona con este género Por las sierras de Madrid, a seis voces y posiblemente con Tiple instrumental.
En los cuadernos aparece, impresa o copiada a partes separadas, la música del Renacimiento.
La segunda colección (M 588/2 = E-Bc 588/2) presenta tres cuadernos apaisados de papel correspondiendo a las voces del Tiple, Alto y Bajo.
En el Manuscrito de Medinaceli aparecen cuatro ensaladas, los números del 72 al 75, sin nombre del autor, las tres primeras son conocidas, de Flecha: La Bomba, El Juvilate, La Justa y la cuarta, que es probable que también lo sea, El Toro.
Del siglo XVI se conservan en total diecinueve ensaladas vocales polifónicas, más de la mitad de éstas pertenece a Mateo Flecha el Viejo, por lo que se le puede considerar como el gran referente del género.
Luis de Vargas, cuya última composición es Tota pulchra est amica mea.