Enrique Díez Canedo

Tras el fallecimiento de su padre en Portbou, la familia se trasladó a Madrid.

Frecuentó la tertulia del Café Regina, donde entabló amistad con Manuel Azaña.

Empezó su trayectoria poética publicando sus primeras poesías en Versos de las horas, 1906.

Eso no interrumpió su labor periodística, pues escribió también en España, El Sol, La Voz, La Pluma y Revista de Occidente.

En 1921 colaboró con Juan Ramón Jiménez en la realización de la revista Índice, por amistad.

[8]​ Díez-Canedo tenía mano también en algunas publicaciones para introducir a nuevos escritores y, por ejemplo, publicó los primeros versos de León Felipe en la revista España, y ayudó también a Juan Ramón Jiménez para que aparecieran en El Sol algunas colaboraciones suyas.

Gracias a su intercesión, un poema de Gerardo Diego pudo salir en España.

Ayudaba además con reseñas y artículos críticos sobre las obras que éstos iban publicando.

Comprometido con la causa republicana, dimitió en febrero de 1937 y, en plena Guerra Civil, regresó a su país.

Portada de La buena canción de Verlaine, 1924.
Díez-Canedo con Lorca, Montevideo 30 de enero de 1934.
Portada de Las fábulas de La Fontaine 1918.