En Catamarca, un bastión tradicional del radicalismo, la Alianza no se configuró debido a las discrepancias entre el Frente Cívico y Social (coalición provincial presidida por la UCR) y el FREPASO, para decidir la candidatura gubernativa.Debía competir principalmente contra el justicialista Ramón Saadi, quien a su vez era apoyado por la coalición Unidos por Catamarca.[1] El triunfo radical en Catamarca fue considerado un fuerte golpe para el gobierno de Menem, en gran medida debido a que la elección era considerada un plebiscito sobre una posible segunda reelección, idea que fue descartada por todos los partidos opositores y parte del oficialismo.Sin embargo, en varios distritos, especialmente en cuatro de los seis distritos federales gobernados por el radicalismo (Catamarca, Córdoba, Chubut y Río Negro) resultó muy difícil formar la coalición debido a las disputas entre el FREPASO minoritario y los líderes radicales provinciales, específicamente en la definición de candidaturas gubernativas y la conformación de listas que afectaran sus mayorías legislativas.Los cargos a elegir son: Mientras que durante su gobernación Arnoldo Castillo había denunciado nepotismo en la administración justicialista anterior, encabezada por miembros de la familia Saadi (Ramón Saadi y su padre, Vicente Saadi), la candidatura gubernativa del Frente Cívico estuvo encabezada por su hijo, Oscar Castillo,[9] candidatura que fue duramente criticada por el FREPASO, el cual presentó a la octogenaria Juana Vaccaroni de Soria, que había sido la primera mujer catamarqueña en recibirse de abogada.[12] Con respecto a la candidatura separada del FREPASO, Castillo replicó que la "Alianza de Catamarca" era el Frente Cívico, mientras que solo dos partidos del FREPASO (el Partido Intransigente y el Partido del Frente) respaldaban la candidatura de Vaccaroni, por lo que no se podía considerar a la Alianza catamarqueña como separada.[12] El FREPASO, por su parte, basó su campaña en afirmar que Saadi y Castillo representaban, en última instancia, lo mismo, por tratarse de dos caudillos provinciales cuyos padres ya habían sido también gobernadores, y que su competición electoral resultaba más bien una lucha dinástica.El candidato a vicegobernador, Mario Fadel, del Partido del Frente, afirmó que: "tanto Ramón Saadi como Oscar Castillo son las dos caras de la misma moneda y representan un modelo de política que la gente quiere dejar atrás".[13] En una entrevista anterior, Castillo había recordado que Fadel había sido ministro durante el gobierno de Saadi, y que por lo tanto realmente no constituía parte del FREPASO ni, por lo tanto, de la Alianza.[12] Fadel denunció que militantes del Frente Cívico habían mentido a varios votantes al asegurarles que, en algunas localidades, el FREPASO apoyaba a Saadi, algo imposible por la ley electoral vigente.Sin embargo, la filtración evitó que el Frente Cívico se declarara ganador de inmediato, para impedir un conflicto.