El Viejo Topo

Basta con pensar en revistas con una clara línea política, como lo habían sido Realidad, Nuestra Bandera o Cuadernos de Ruedo Ibérico, editadas en el exterior y distribuidas clandestinamente en el interior.Por una parte, deseaban y propiciaban una ruptura radical con todo aquello que había representado el régimen de Franco, tanto en el plano político como en el cultural.En 1856, Marx volvió a recurrir al viejo topo en el discurso que pronunció para el cuarto aniversario del semanario The People's Paper:A su sombra surgió otra revista de no menor influencia, aunque mucha menos tirada (Transición), más orientada al análisis socioeconómico.En el fragmentado espacio del subcampo libertario, por tanto, El Viejo Topo se convirtió en atalaya privilegiada desde donde se expresaron las filosofías libertarias y los nuevos movimientos sociales, incluyendo el pacifismo, el feminismo y los defensores del medio ambiente.