El protagonista es descripto como "hábil para el tajo", esto es para el manejo del cuchillo, y de ahí derivaría su apodo que da nombre al tango.
Gilardi le respondió que en todos los casos el poeta debe escribir primero y el músico después.
[3] En cinco meses se vendieron 150.000 ejemplares de partituras[4] y el mismo año lo grabó Carlos Gardel en el sello Odeón, al año siguiente lo hizo Rosita Quiroga para RCA Victor e Ignacio Corsini para Odeón.
La miseria física, la desmoralización, no han logrado nunca expresarse de modo tan elocuente”.
El ciruja al igual que otros muchos tangos pudo volver a su nombre y letra anteriores[14] si bien por temor de los músicos algunas piezas, como el tango Al pie de la Santa Cruz y la Milonga del 900, siguieron ejecutándose con modificaciones en las partes a las que se podía asignar contenido político.