Mariano consiguió entonces trabajo como pianista en el Café Vicente de la calle Corrientes al 900, donde tocó música internacional.
Casi simultáneamente con su primer empleo como músico, Mariano empezó a estudiar piano en la Primera Academia Argentina de Interpretación (PAADI), dirigida por Luis Rubinstein, que quedaba en Callao 420.
En 1938 hizo sus primeras grabaciones para el sello Columbia bajo el nombre de Orquesta Típica Marianito Mores: «Sueño angelical (天使の夢)», que es posible escuchar en YouTube,[13] «Recuerdos» y «Mi geisha está triste», tres temas de Masao Koga, compositor japonés cuyas melodías se habían vuelto muy conocidas internacionalmente y que se considera padre de la música popular japonesa.
[14] Un mes después lo grababa otra gran orquesta, la de Osvaldo Fresedo, cantado por Enrique Ruiz (13/10/1939, RCA Víctor).
[14] Canaro incorporó la canción a un sainete criollo musical escrito por él llamado Pantalones cortos, que no tuvo demasiado éxito.
Sus melodías estaban construidas con esa visión en mente, para crear obras que expresaran el alma del pueblo.
Fue durante el primer gobierno peronista que Mariano Mores lleva adelante su proyecto de tango sinfónico.
[36] Mores sumaría sinfonismo al sonido de su orquesta usando herramientas musicales muy inusuales en el tango: batería y percusión, coros, arpas, clarinetes.
Cuando en la década del '70 aparecieron los sintetizadores, el sexteto de Mores profundizaría aún más la línea sinfónica con la que siempre soñó.
Para eso buscó nuevamente la colaboración de Discépolo, con quien ya había compuesto el histórico «Uno».
En 1950 compone «Tu piel de jazmín», otro bello tango escrito con Contursi, que les graban Canaro, Fresedo y Francini-Pontier.
La orquesta de Mariano Mores la grabaría en 1957, cantada por Carlos Acuña, incluyéndola en su primer LP (Vol 3, Odeon LDN 864).
Dos años después Cátulo Castillo pondría en escena un exitoso sainete con el mismo título y música de Aníbal Troilo, que por supuesto incluía la canción.
El tema fue estrenado en el Teatro Colón, un espacio cultural asociado a la clase alta argentina que hasta ese día había estado reservado exclusivamente para la música culta, desencadenando una apasionada y por momentos violenta controversia pública entre quienes proponían la vinculación de ambas culturas y quienes proponían su separación.
Morán se convierte en un gran pianista clásico, pero simultáneamente con sus nuevos conocimientos musicales, compone tangos «a escondidas del viejo».
Los dos pretenden a la misma joven, la hija de director del conservatorio (Diana Maggi), que está indecisa entre quedarse con el joven músico lleno de sueños que la ama, o con el hombre maduro y rico.
Simultáneamente realiza varias giras al exterior y grandes espectáculos, pero como contrapartida reduce la cantidad de nuevas composiciones.
En 1963 Mariano Mores decidió modernizar su orquesta incluyendo guitarra eléctrica, órgano, batería y percusión.
[58] Cerca del final de ese mismo año de 1963, asociado con Hugo del Carril, produjo un extraordinario espectáculo musical llamado Buenas noches Buenos Aires, que se mantuvo dos años en cartel y que impondría un formato original de revista tanguera,[60] combinando música, canto, baile y humorismo, que dos décadas después retomaría Claudio Segovia en Tango Argentino para transformarlo en un éxito universal.
El octavo cuadro estaba dedicado a las nuevas figuras jóvenes del tango, Susy Leiva, Néstor Fabián y Mercedes Ferrero, cantando «Viejo Madrid».
[61] El espectáculo combinaba figuras y temas musicales que habían sido grandes éxitos en la década de 1950 con figuras y temas nuevos, incluyendo las nuevas tendencias juveniles hacia el rock and roll cantado en español.
[65] En 1964, cuando el espectáculo teatral aún seguía en escena, Buenas noches, Buenos Aires sería llevado al cine bajo la dirección de Hugo del Carril, convirtiéndose en la primera película musical en colores de la historia del cine argentino.
El elenco musical estaba dirigido por el propio Mores e integrado por su hijo Nito Mores en una de sus primeras presentaciones, Eddie Pequenino, Lorenzo Alessandría, Los Arribeños, Daniel Cicaré, Oscar Ferro, Dayna Fridman, Osvaldo Guerrero, Alberto Irízar, Mario Jordán, Noemí Kazán, Los Macke Mac's, Ubaldo Martínez, Javier Portales, Violeta Rivas, Alba Solís, los bailarines Mayoral y María Elena, José Luis Paz y Víctor Valli.
[69] Ese mismo año puso en escena la obra Buenos Aires en primavera, junto con Adolfo Stray, Gogó Andreu y Roberto García Gómez.
La propia Myrna se mantendría activa en esas presentaciones aún sin estar en el escenario, aunque esporádicamente actuara.
Todos los años viajaban al Caribe, visitando Puerto Rico, México y República Dominicana, entre otros países.
Por esta época su orquesta estaba integrada por músicos como Roberto Pansera en teclados, Juan Carlos Zunnini (1981-1989) en el piano,[77] Aldo Nicolini, Osvaldo Montes en bandoneón (nueve años con Mores), Ramón Eusebio Barrionuevo en la guitarra, y las voces de Nito y Claudia Mores.
[70] El hecho es una tragedia para Mariano, de la que nunca se repondrá del todo.
Entre los hechos destacados de ese recital se encuentra haber cantado a dúo su tango «Cristal», con la máxima cantante folklórica argentina Mercedes Sosa.
[87] Diez años después J. R. Monroy, presidente de la LACCS decía en una entrevista: También en 1997 Luis Miguel incluyó el tango «Uno» en su álbum Romances.