Efectos del imidacloprid en las abejas

[1]​[2]​[3]​ Imidacloprid, como otros neonicotinoides, es un insecticida sistémico por lo que al ser utilizado en las plantas, estas los absorben e incorporan en todas sus partes: tallos, hojas, néctar, savia y pólen.[4]​ Las abejas, a través del pecoreo, recolectan el néctar para luego transferirlo al panal.[8]​ La abeja europea (Apis mellifera) contribuye con importantes servicios de polinización para los cultivos principales en el mundo.[9]​ En 2022, se estima que en Uruguay se pierden anualmente entre 20% y 30% de las colmenas, debido entre otros factores a la utilización de pesticidas como el imidacloprid.[11]​ En particular, los pesticidas neonicotinoides como el imidacloprid han sido un foco de atención debido a su actividad sistémica y uso generalizado del mismo, lo que resulta en la presencia constante de residuos en el néctar y el polen consumido por las abejas.