Así surgieron los principados parciales (señoríos) de Werle, Parchim-Richenberg, Rostock y Mecklemburgo.
Cuando surgía la oportunidad, por ejemplo a la muerte de un emperador, buscarían tomar el poder; y en 983 Hamburgo fue destruido por los abodritas bajo su rey, Mistivoi.
Desde el siglo VII hasta el XII, la zona de Mecklemburgo fue tomada por pueblos eslavos occidentales, especialmente los abodritas y otras tribus a las que las fuentes francas se refieren como "wendos".
Un ejemplo sería la ciudad de Schwerin, que en origen se llamaba Zuarin en eslavo.
Como muchos territorios alemanes, Mecklemburgo fue a veces partida y repartida entre diferentes miembros de la dinastía gobernante.
En 1299, recuperó formalmente su reino, aunque probablemente dejó la administración del gobierno en su mayor parte a su hijo Enrique II.