Dolores Veintimilla

[3]​ Su poema "Quejas" está lleno de esos sentimientos que reflejan su estado anímico.

Este nuevo aparato se sustentó en un aparato represivo representado por la Iglesia, tanto por ser parte de una fracción terrateniente, por su participación en el sistema político, así como por su manejo del ámbito ideológico.

La dote de matrimonio se estipuló en 5.000 pesos que le fueron entregados a Galindo por la novia.

¿Por qué Galindo la dejó en Cuenca y no en el Puerto donde ella tenía a su hermana casada o en Quito con su madre?

[5]​ Otro aspecto importante en la conducta de este colombiano es que nunca estaba mucho tiempo en un sitio determinado.

Igualmente el Dr. Benigno Malo, el Dr. Mariano Cueva, Miguel Ángel Corral y Francisco Eugenio Tamariz, es decir, lo más apreciado de la sociedad y de la intelectualidad morlaca.

[5]​ En el "Álbum Literario" de Dolores, Benigno Malo escribió "Yo me limito a estimar en Ud.

"[6]​ Por cómo estaban las cosas alguien aconsejó a Dolores que conteste a Marchán con otra hoja que salió el 9 de mayo, con el pomposo título de "Otro campanillazo", en donde deja en claro la ridiculez de los argumentos con la que es atacada y manifiesta su discrepancia con la estandarización social.

La Iglesia, junto con sectores tradicionales, la señaló por desafiar los valores establecidos, sometiéndola a un fuerte escrutinio público.

Estos ataques, sumados al rechazo social, influyeron en el aislamiento emocional que la llevó a su trágico final.

"La Nueva Lira Ecuatoriana" de Juan Abel Echeverría que dio otros cuatro poemas.

En 1880 Amadeo Izquieta publicó en "La Palabra" la composición en prosa titulada "Mi fantasía".

En 1908 Celiano Monge dio la más completa versión de su producción y el escrito "Recuerdos".

[5]​ El primer biógrafo de Dolores Veintimilla fue el intelectual peruano Ricardo Palma, quien diera a conocer un ensayo sobre la poeta en un folleto titulado Dos poetas: apuntes de mi cartera, publicado en 1861.

De entre ellos se destacan Juan León Mera, Guillermo Blest Gana y Remigio Crespo Toral.

Nicolás Augusto González la defendió desde Centroamérica, luego Ricardo Márquez Tapia en 1968 dio el primer libro biográfico y entre 1976-1977.

Eudófilo Álvarez tiene un drama psicológico para teatro titulado Dolores Veintimilla de Galindo aún inédito.

Quito en el siglo XIX por Rafael Salas