Dolores Cabrera y Heredia

En 1856 contrajo matrimonio en Madrid con el también militar Joaquín María Miranda, a quien acompañó en sus destinos: Valencia, Granada, Zaragoza...Por otra parte, aparecen composiciones suyas en los libros Corona poética ofrecida a SS.MM.En él aparecen composiciones ("Las golondrinas", "Ausencia", "A una bella"...) que influyeron clarísimamente en la obra de Gustavo Adolfo Bécquer.[5]​ En la expresión de sentimientos recurrió al vocabulario amoroso tópico, lo que ha sido interpretado como poemas homoeróticos.Sin embargo, cuando hace referencia al amor no correspondido escribe poemas íntimos y más personales.Ese amor lo identifica con las violetas, flores que darán título a su libro.Semanario de literatura, ciencias y artes, que estaba bajo la dirección de Ventura Ruíz Aguilera, entró en contacto con otras poetas románticas, grupo al que se denomina Hermandad Lírica y cuya cabeza más visible fue Carolina Coronado.[2]​ Cabrera y Heredia escribió quejándose del hostigamiento que recibían las escritoras.