Disciplinante es la persona que se autoflagela la espalda públicamente como penitencia dentro de la religión cristiana.
Esta polémica terminó en 1464 mediante la intervención del Papa Pío II, que probablemente estaba por encima de un asunto tan trivial.
El siglo XV se caracterizó por el misticismo popular que quería imitar a Cristo, popularizándose el culto de Las Siete Palabras y los elementos relacionados con la cruz, como los clavos y la corona de espinas.
Estas cofradías tuvieron un gran éxito y habitualmente contaban con muchos miembros, aunque no todos ellos se disciplinaban (o flagelaban).
En La Rioja se realizaba en varios pueblos, además de en San Vicente, como son Navarrete y Grañón.