El clero de España le tenía gran veneración, recibiendo indulgencias.La mayoría son gente del pueblo o descendientes, aunque algunos no tienen ninguna relación con éste y cada uno ha encontrado sus motivos para decidir hacer esta penitencia.Los disciplinantes visten: Durante las procesiones, cada disciplinante elegirá en qué momento desea realizar la ofrenda, momento en el que se arrodillará, rezará una oración y tras ponerse en pie, su acompañante le retirará la capa y le dejará la espalda al descubierto.No hay un tiempo estipulado, pero suele ser entre diez y veinte minutos, conllevando hasta mil golpes.Una vez finalizado, el ayudante le volverá a cubrir la espalda y le colocará la capa para dirigirse a la sede de la cofradía donde un practicante especialista le curará las posibles heridas con agua de romero y una crema cuya composición es secreta y pasa de generación en generación.
Disciplinantes con sus ayudantes al comienzo de la procesión