Dion Boucicault

[4]​ Su tutor en su infancia fue Dionysius Lardner,[1]​ a quien debía su nombre[3]​ y quien mostraría un interés casi paternal por él.

[3]​ En 1862 abrió un nuevo teatro en Londres, el Westminster; pero esta especulación terminaría de manera desafortunada.

Posteriormente recuperaría su fortuna gracias a nuevos proyectos, en algunos de los cuales él y su esposa ―anteriormente Miss Robertson, una actriz muy popular― asumieron los papeles protagonistas.

[3]​ En 1875 regresó a Nueva York y allí estableció definitivamente su hogar, pero visitaba ocasionalmente Londres.

[1]​ Siendo aún joven se unió a Macready, e hizo su primera aparición en un escenario con Benjamin Webster en Bristol.

A continuación, Boucicault produjo, en rápida sucesión, Old Heads and Young Hearts (Mentes ancianas y corazones jóvenes), Love in a Maze (Amor en un laberinto), Used Up (Agotado), Louis XI (Luis XI) y The Corsican Brothers (Los hermanos corsos).

[1]​ Desde entonces sumaría la buena aceptación del actor a la reputación que previamente había adquirido como autor.

[Nota 5]​ Esta pieza fue extraordinariamente exitosa, manteniéndose 360 noches en cartel;[1]​ y de ella puede decirse que, si no la primera de una nueva escuela, al menos ha proporcionado una nueva designación descriptiva[3]​ a la literatura dramática inglesa.

[2]​ Fue incluso traducida al francés y puesta en escena en el Teatro del Ambigu de París.

En 1864 el Teatro Saint James programó su Fox Chase,[1]​ y ese mismo año Boucicault se asoció con Mr.

Al mismo año pertenecen Forbidden Fruit (El fruto prohibido) y The O'Dowd.

[cita requerida] En colaboración con Charles Reade escribió la novela Foul Play (Juego sucio), que sería posteriormente adaptada al teatro.

Sus dramas muestran escasa originalidad, estando casi sin excepción elaborados sobre alguna obra, pieza o novela ya existente,[1]​ pero a menudo resultan muy ingeniosos en su construcción, y han gozado de gran popularidad;[6]​ además, la caracterización no pocas veces resulta eficaz.

Las brillantes cualidades literarias e histriónicas de Boucicault no se apoyaban en ningún código moral riguroso.

Selecciona la música adecuada, configura la acción de sus obras, instruye a los figurantes y al ballet.

Sería extraño que el resultado ofreciera dudas allá donde la capacidad y la experiencia se encuentran así aliadas con una labor incansable.

Fotografía de Dion Boucicault de fecha no determinada.
Cartel de la obra The Octoroon , impreso por Stannard & Son en 1862.