Garðar fue el centro de la religión cristiana posterior a los asentamientos vikingos en Groenlandia entre los siglos XII y XIV.
Las sagas nórdicas atribuyen la introducción del cristianismo en la isla al santo rey Olaf II de Noruega (1015-1028).
Llegó a Groenlandia en 1126 y estableció su sede en Garðar, que se convirtió así en la capital de las colonias groenlandesas.
En 1202-1203, Smyrill peregrinó a Roma y se reunió con el papa Inocencio III.
El siguiente obispo, Þór Helgi, llegó a Groenlandia en 1212 y sirvió hasta su muerte en 1230.
Sin embargo el siguiente obispo, Þór Bokki, estuvo en Garðar desde 1289 hasta su regreso a Noruega en 1309.
El siguiente obispo fue Árni (1315 a 1347) que sufrió la pobre comunicación entre Groenlandia y Noruega.
[15] Cuando se descubrió que el anterior seguía vivo, Jón Skalli renunció y nunca viajó a Groenlandia.
Ívar Bárðarson (c. 1341), un clérigo noruego, sirvió en la diócesis como interino hasta la ordenación de Álfur (1368 a 1378).
Hacia mediados del siglo XV, los cristianos de Garðar dirigieron una carta al papa Nicolás V (1447-1455), denunciando el deplorable estado en el que se encontraba la diócesis, debido a la destrucción provocada por los esquimales.
[16] Hacia finales de siglo se dirigió otra carta de ayuda al papa Inocencio VIII (1484-1492): en ella los cristianos de Garðar exponían su triste situación, sin sacerdotes ni obispo desde hacía varios años; muchos habían abandonado la fe cristiana, y la única celebración a la que podían asistir era la que implicaba la exhibición y adoración de un viejo corporal, la última en la que se había celebrado misa décadas antes.
[17] De la carta se desprende que, aunque nombrados, los obispos no residieron en Groenlandia, al menos durante buena parte del siglo XV.
[20] A pesar de esto, todavía se nombraron obispos para esta sede hasta la Reforma protestante en 1537, quizás tratándola como titular.