Además, ejerció como empresario para la colonización estadounidense de Coahuila y Texas, México.
Quedó pronto huérfano y en 1805 comenzó una carrera como contable de Robinson and Hartshorne (Nueva York).
En 1806 se unió como filibustero o mercenario a la fallida expedición apoyada por EE. UU.
Además, organizó la primera Escuela Dominical Presbiteriana en Texas ya que se tenía profundas convicciones religiosas.
Junto a Ben Milam inició la fallida Western Colonization and Mining Company (1827).
Además, fue nombrado primer juez del distrito de Austin y organizó un tribunal en San Felipe.
México nunca reconoció a este país, considerándolo un estado títere de EE. UU.
Solicitó ayuda al general Gaines de Luisiana y EE. UU.
se anexionó la República de Texas, Burnet trabajó para el gobernador James Pinckney Henderson.
Arrinconado por Houston, regresó a sus fincas, viviendo modestamente sus últimos años en Galveston y falleciendo en 1870.