Dama de Caudete

La Dama de Caudete es un busto femenino tallado en piedra perteneciente al arte íbero fechada alrededor del siglo IV a.

Alberto Benito Sánchez encontró una parte de la dama en un estado muy deteriorado y el cuerpo fue en contrato por María Dolores Muñoz en una rambla próxima.

Fue el sacerdote de La Encina, Jerónimo Hernández Santiago el que propició las gestiones para que la cabeza pasara a formar parte del Museo Arqueológico de Villena, facilitando a José María Soler García, fundador del museo, explorar la zona donde se encontró el hallazgo.

En el caso del busto, fue el arqueólogo mismo quien apremió al Ayuntamiento a adquirir la pieza, que obraba en poder de Alfaro Pla Martínez, el descubridor.

Va tocada con una peineta corta cubierta por una ajustada mantilla que llega hasta la frente y desciende por los aladares, dejando al descubierto los rizos del cabello.