Ha sido datada entre finales del siglo VI a. C. e inicios del siglo V a. C.[1] y se encuentra depositada en el Museo Arqueológico de Albacete desde 1947 de la mano del por entonces director de esta institución, Joaquín Sánchez Jiménez.
[2] Se trata de un sillar esquinero con talla en alto relieve, donde se representa a esta figura animal y fantástica, una esfinge de marcado carácter apotropaico.
El cuerpo se representa en reposo sobre un grueso plinto y en posición lateral pudiendo observar sólo tres de sus patas de marcada naturaleza felina (como es propio de las esfinges) y su ala derecha, quedando la izquierda oculta.
La posición hierática de la figura la rompe su cabeza, tornándose hacia su derecha para quebrar la frontalidad que caracteriza a tantas otras figuras de la escultura contemporánea a esta como los toros ibéricos.
La figura no puede ser entendida por sí misma, como un elemento escultórico o arquitectónico aislado.