En la política internacional, la détente (del francés, ‘relajación’ o ‘distensión’; y este del latín dētenta, de dētentus ‘detenido, retrasado’) se refiere comúnmente a cualquier situación internacional en la cual determinadas naciones previamente hostiles, pero no involucradas en una guerra manifiesta, aminoran tensiones por medio de la diplomacia y de medidas que construyan la confianza.
Los pensadores soviéticos también consideraron que una política menos agresiva podría potencialmente separar a los europeos occidentales de su aliado estadounidense.
El gobierno de Moscú temía una potencial alianza sino-estadounidense contra ellos y por eso creyeron necesaria una mejora en sus relaciones con los Estados Unidos.
Tanto Leonid Brézhnev como Richard Nixon esperaban que este mejoramiento en sus relaciones fomentasen su propia popularidad nacional y les asegurasen el poder.
La crisis cubana de los misiles demostró que peligrosas se estaban tornando las relaciones entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
El comité consultivo político del Pacto de Varsovia invitó al oeste a sostener una cumbre sobre la «seguridad y cooperación en Europa».
Este tratado delimitó los arsenales nucleares de cada poder, aunque fue rápidamente considerado obsoleto por el desarrollo del MIRV.
Aquel mismo año se firmaron la Convención de armamentos biológicos y el Tratado sobre misiles antibalísticos.
En julio del mismo año, el proyecto de pruebas Apolo-Soyuz se convirtió en la primera misión internacional del espacio que contaba con tres astronautas estadounidenses y dos cosmonautas soviéticos comandando la nave espacial y dirigiendo experimentos compartidos.
A pesar de la amabilidad creciente, la competencia encendida continuó entre ambas superpotencias, especialmente en el tercer mundo.