Allí fue amigo del crítico de arte e historiador Richard Muther durante años.
Philipp Franck y Dora Hitz se unieron entonces a su círculo de amigos.
Durante estos años Herrmann estuvo en estrecho contacto con los pioneros del nuevo arte como Julius Meier-Graefe, Caesar Flaischlen y Harry Graf Kessler.
Gracias a la relación personal de Herrmann con Paul Signac, Théo van Rysselberghe y Maurice Denis, este se convirtió en un importante mediador del neoimpresionismo francés en Alemania.
En 1902 animó al galerista y marchante Paul Cassirer a organizar una de las primeras exposiciones en Alemania con sus obras.
A partir de 1900, Herrmann promovió a numerosos artistas jóvenes como Otto Hettner, Arthur Segal, Alexej von Jawlensky, Adolf Erbslöh o los miembros de la asociación de artistas Brücke invitándolos a diversas exposiciones y adquiriendo sus obras.
De acuerdo con su época, Herrmann se involucró inicialmente en la pintura holandesa del siglo XVII, interesandose en Frans Hals y Rembrandt, cuyas obras copió.