Asociación Española para el Estudio del Cuaternario

[2]​ En las «Reuniones Nacionales de Cuaternario», celebradas cada cuatro años, actúa como único patrocinador científico.

Cari Zazo Cardeña (MNCN, CSIC, Madrid) y al Dr. Alfredo Pérez-González (CENIEH, Burgos).

Entre los más representativos, Dr. Emiliano Aguirre (MNCN, CSIC, Madrid), Alfredo Pérez-González (CENIEH, Burgos), David Serrat i Congost (UB, Barcelona), Joaquín Rodríguez-Vidal (UHU, Huelva), Fernando Díaz del Olmo (US, Sevilla) y Teresa Bardají Azcarate (UAH, Madrid).

El Periodo Cuaternario se encuentra subdividido en dos épocas, o series estratigráficas, el Pleistoceno y el Holoceno.

El mencionado nivel corresponde a la evidencia más profunda (y antigua) en el sondeo, de calentamiento climático rápido asociado al final del Younger Dryas o Fase Fría “Greenland Stadial 1”.

El Pleistoceno inferior se encuentra subdividido en dos pisos, el Gelasiense y el Calabriense cuyo límite se establece en 1,806 Ma BP en la Sección Tipo de Vrica (Italia), coincidiendo con la antigua base del Cuaternario vigente hasta el año 2009.

No obstante el límite Pleistoceno inferior - medio se sitúa convencionalmente en la Inversión paleomagnética Brunhes-Matuyama en 0,781 Ma BP.

Estos homínidos son los primeros que se tiene constancia que se desplazaban de manera bípeda, y quizá utilizaron utensilios, aunque su capacidad craneal (400 y 550 cm³) era similar a la de los grandes simios actuales.

Algunos australopitecinos se especializaron en la explotación de productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando grandes mandíbulas (Paranthropus; 2,6-1,1 Ma BP), mientras que otros variaron progresivamente en su dieta incluyendo elementos carnívoros dando lugar a los primeros Homo.

Como consecuencia durante el Pleistoceno inferior co-habitaron en África Oriental diversas especies de hominidos que compitieron evolutivamente hablando para ocupar los nuevos ecosistemas creados por el cambio climático cuaternario.

Algunos autores sugieren que todas estas especies se pueden reducir a una única especie de carácter politípico (Homo erectus), amplia dispersión geográfica y compuesta por diferentes subespecies genéticamente interrelacionadas (véase: evolución humana).

El Homo erectus habitó en Asia (Oriente Medio, China, Java e Indonesia) hasta hace unos 300.000 años BP.

Sus poblaciones se estructuraban en grupos cazadores-recolectores y conocían el fuego, constituyendo los fósiles humanos típicos del Pleistoceno medio europeo.

En Europa esta especie evolucionó adaptándose a condiciones climáticas frías más extremas dando lugar al Homo neanderthalensis hace unos 230.000 años BP, de complexión más robusta y con una capacidad craneal de hasta 1.500 - 1.700 cm³.

Los Neanderthales dieron lugar a la industria lítica Musteriense (Modo 3; Paleolítico Medio), caracterizada por la talla levallois y la producción de artefactos líticos de menor formato y más versátiles que los del Achelense.

Fabricaron la industria lítica más sofisticada del Paleolítico Superior (Modo 4), que utilizaban cuarcita, sílex, obsidiana, hueso y madera para fabricar multitud de herramientas versátiles y sofisticadas (arpones, anzuelos, etc.) así como elementos de adorno corporal (collares, pulseras, etc.).

Más tardíamente, su propia evolución tecnológica permitió a los sapiens poblar las islas del pacífico y atravesar el Estrecho de Bering para extenderse por el continente americano.

Logo Spanish Society for Quaternary Research - AEQUA
Emiliano Aguirre Enríquez (junio de 2007)
Bifaz achelense del Yacimiento Paleolítico de San Isidro, Madrid (España) .